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Perros entrenados logran detectar el Parkinson con su olfato

Logran hasta un 80% de precisión al identificar la enfermedad con muestras de piel

Dos perros entrenados en Reino Unido demostraron una asombrosa capacidad para detectar la enfermedad de Parkinson únicamente a través del olfato, alcanzando niveles de precisión sorprendentes en pruebas científicas controladas.

Los investigadores utilizaron hisopos de piel de personas diagnosticadas con Parkinson y de individuos sanos. El resultado: los perros lograron identificar correctamente los casos positivos con una efectividad de hasta el 80%, y descartaron falsos positivos con una precisión del 98%.

Este hallazgo se suma a la larga lista de habilidades sensoriales que poseen los perros, quienes ya han sido utilizados para localizar drogas, restos humanos, e incluso detectar enfermedades como la malaria, el cáncer y la COVID-19.

En esta ocasión, el enfoque fue la enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo que afecta el movimiento, el equilibrio y la coordinación. A medida que las células productoras de dopamina en el cerebro se deterioran, los síntomas pueden tardar años en aparecer de forma evidente, lo que dificulta un diagnóstico temprano.

Los científicos partieron de la hipótesis de que el exceso de sebo en la piel una característica común en pacientes con Parkinson podría emitir un olor distintivo, perceptible por el sensible olfato canino.

Cinco perros iniciaron el entrenamiento, pero solo dos completaron el proceso: un Golden Retriever de 2 años llamado Bumper y un Labrador negro de 3 años llamado Peanut. Ambos fueron adiestrados con más de 200 muestras de pacientes, siendo recompensados cada vez que acertaban.

Durante las pruebas de tipo doble ciego, donde los entrenadores desconocían la procedencia de las muestras, los perros mostraron una alta capacidad para distinguir entre pacientes enfermos y personas sanas, incluso en casos donde los pacientes presentaban otras condiciones médicas.

Especialistas consideran que este avance puede ser clave para desarrollar herramientas de diagnóstico temprano, no invasivas y accesibles. Una detección oportuna, afirman, podría permitir iniciar tratamientos antes de que la enfermedad avance significativamente.

El estudio fue publicado en el Journal of Parkinson’s Disease y abre la puerta a nuevas líneas de investigación en el uso del olfato canino como apoyo médico.

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