
Todo mundo dice diariamente que se requiere beber dos litros de agua y muchas personas se preocupan por estar deshidratadas, sin embargo, hay otras más que se van al extremo y toman el vital líquido en grandes cantidades. Por ello, ya hay estudios que responden a la pregunta: ¿Qué pasa si tomamos mucha agua?
El agua constituye aproximadamente el 60% del peso corporal de una persona, sin embargo, hay que tener un nivel adecuado en el cuerpo del nivel del líquido en nuestro cuerpo para evitar la deshidratación y también el otro extremo: la hiperhidratación.
La hiperhidratación se da cuando el cuerpo humano recibe más agua de la que puede procesar y eliminar. Aunque un adulto sano puede desechar grandes cantidades de agua, hay condiciones que pueden dificultar el proceso de desecho como las enfermedades renales, la retención de líquidos y algunos medicamentos.
Dicho lo anterior, el exceso de agua puede llevar a varios problemas de salud, tales como edemas, que son hinchazones en partes del cuerpo especialmente en pies y tobillos; así como la baja concentración de sodio, que puede causar síntomas que van desde la confusión hasta convulsiones y producir un coma.
Aunque la hiperhidratación es un fenómeno raro, puede ocurrir, especialmente si se ingiere agua en exceso sin reemplazar las sales minerales necesarias. Esto podría resultar en una disminución del nivel de sodio en la sangre, lo que representa un riesgo significativo.