
El Papa Francisco hizo una visita sin previo aviso a la estatura de la virgen en Roma, después de que se vio obligado a cancelar una tradicional ceremonia pública debido al coronavirus.
Los papas suelen ir al área de la Plaza de España de Roma en la tarde del 8 de diciembre, durante la fiesta católica de la Inmaculada Concepción, para colocar una corona de flores en la base de una columna de 12 metros que sostiene una estatua de la virgen.
El evento, al que suelen acudir miles de personas que forman fila en las calles y marca el inicio de la temporada navideña en Roma, fue cancelado este año para evitar encuentros que pudieran provocar contagios.
Al amanecer, bajo la lluvia, el Pontífice ha colocado un ramo de rosas blancas en la base de la columna donde se encuentra la estatua de la Virgen María y se ha dirigido a Ella en oración, para que vele con amor sobre Roma y sus habitantes, confiándole a Ella a todos los que en esta ciudad y en el mundo están afligidos por la enfermedad y el desánimo.