
22 de julio, San Luis Potosí, S.L.P.- El pan de elote es un postre tradicional mexicano que tiene sus raíces en la época virreinal, producto de la fusión entre los ingredientes nativos como el maíz y las técnicas de repostería traídas por los españoles.
Originariamente, era un alimento básico para los mexicas, pero su transformación en un pan dulce llegó con la influencia europea, convirtiéndose en una delicia presente en hogares y panaderías de México y otros países de América Latina.
Uno de los lugares más emblemáticos para degustar este postre es Santiago, Nuevo León, donde se hornea tradicionalmente en sartenes de acero sobre fuego de leña, usando elotes cultivados localmente. Este método y el uso del maíz natural hacen que el pan de elote de Santiago sea considerado por muchos como el mejor del norte del país.
La preparación del pan de elote es sencilla pero requiere atención para lograr su textura húmeda y esponjosa. Los ingredientes básicos suelen ser mantequilla, azúcar, huevos y granos de elote molidos, junto con polvo para hornear y harina.
La mezcla se bate cuidadosamente y se cocina ya sea en horno o directamente sobre la hornilla en un recipiente especial, volteándose para que se cueza uniformemente, aunque existen algunas variaciones regionales que incluyen leche condensada para darle un toque extra de dulzura y suavidad.