La Asociación Internacional de Diabetes ha anunciado un importante avance en la comprensión de esta enfermedad al reconocer oficialmente una nueva forma llamada diabetes tipo 5. Este hallazgo, confirmado por la International Diabetes Federation (IDF) en 2025, surge tras la revisión de investigaciones clínicas y genéticas que validan un subtipo con características propias, diferente a los tipos 1, 2 y gestacional, revolucionando así la manera en que se diagnostica y trata la diabetes, especialmente en población joven.
La diabetes tipo 5 se presenta en personas jóvenes y delgadas, rompiendo con el estereotipo habitual que relaciona la enfermedad con la obesidad y el estilo de vida sedentario. Se caracteriza por una progresión rápida debido a una insuficiencia pancreática más acelerada, resistencia a tratamientos convencionales y un mayor riesgo de complicaciones renales y cardiovasculares. A diferencia del tipo 1, que es autoinmune, la tipo 5 parece estar vinculada a mutaciones genéticas y alteraciones metabólicas, aunque su estudio aún está en desarrollo.
Este reconocimiento implica un cambio profundo en las pautas médicas y de salud pública, ya que muchos pacientes eran mal diagnosticados bajo las categorías tradicionales y recibían tratamientos ineficaces. Además, abre la puerta a nuevas investigaciones y programas de detección temprana, especialmente en jóvenes que no encajan en los criterios clásicos de riesgo, subrayando la necesidad de controles médicos más exhaustivos para prevenir complicaciones graves asociadas a esta forma agresiva de diabetes.
