
San Luis Potosí, SLP.– Hacerse un tatuaje es una decisión personal y artística, pero también implica un compromiso con el cuidado posterior para asegurar una correcta cicatrización y evitar infecciones. Especialistas en dermatología y tatuadores profesionales recomiendan seguir una serie de cuidados esenciales en los días posteriores a la aplicación de la tinta sobre la piel.
A continuación, se presentan cinco consejos fundamentales para proteger un tatuaje nuevo:
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Mantenerlo limpio y seco: En las primeras horas tras la sesión, es importante no retirar antes de tiempo el vendaje colocado por el tatuador. Una vez que se retire, se debe lavar la zona suavemente con agua tibia y jabón neutro, sin frotar, y secar con una toalla limpia dando ligeros toques.
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Hidratar con productos adecuados: Aplicar una crema humectante recomendada por el tatuador o un ungüento dermatológico ayuda a mantener la piel hidratada, promoviendo una mejor cicatrización y evitando la formación de costras excesivas.
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Evitar la exposición solar: Durante al menos dos semanas, es crucial mantener el tatuaje alejado del sol directo, ya que los rayos UV pueden dañar la piel recién tatuada y afectar los colores. Una vez curado, se recomienda el uso de bloqueador solar en la zona.
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No rascar ni arrancar costras: Es normal que el tatuaje pique o forme pequeñas costras. Sin embargo, rascarlas o arrancarlas puede causar cicatrices, pérdida de tinta y retrasar la curación.
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No sumergirlo en agua: Hasta que el tatuaje esté completamente cicatrizado, debe evitarse nadar en albercas, mar, ríos o bañarse en tinas. El contacto prolongado con agua puede aumentar el riesgo de infecciones.
Seguir estos cuidados ayuda a conservar la calidad del diseño y protege la salud de la piel. Ante cualquier signo de infección, como enrojecimiento extremo, pus o fiebre, se recomienda acudir con un médico de inmediato.
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