Trabajadores del Ayuntamiento de San Luis, navistas y gallardistas se enfrentaron este día en las butacas del Congreso del Estado, reventando la sesión ordinaria de la LXII Legislatura, convirtiendo en un verdadero circo las instalaciones del Poder Legislativo potosino, sin que diputados, personal de seguridad o policías intervinieran para calmar los ánimos.
Los hechos comenzaron porque un grupo de manifestantes a sueldo arribaron a la sesión del Congreso, a pesar de que se les informó que serían atendidos por la Comisión de Vigilancia y su pliego petitorio sería leído en asuntos generales, la diputada de MORENA, Marité Hernández, por puro protagonismo, decidió atenderlos en ese momento, lo que encendió los ánimos.
Los inconformes pedían cárcel para el ex alcalde Ricardo Gallardo y Marité Hernández les dijo que sí, cárcel para Gallardo.
Como respuesta arribó al Congreso un grupo de gallardistas liderados por Rafael Aguilar. Los grupos antagónicos ya se traen ganas. Sus jefes los cocorean y los echan a pelear.
Los rijosos empezaron con gritos, acusaciones, mentadas, siguieron con empujones y terminaron con cachetadas, jalones de greñas, patadas y uno que otro puñetazos. Diputados, secretarias, asesores, asistentes y demás personal del Congreso se quedaron nomás mirando. Nadie intervino y no había en el lugar policías que aseguraran el orden. No es la primera vez que ocurre una trifulca, provocada por estos mismos dos grupos, en el Congreso del Estado y es hora que no aprenden la lección de garantizar la seguridad de los asistentes.
Al darse cuenta de la dimensión del pleito, Sonia Mendoza, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso, concluyó la sesión púbica y la convocó a privada. En la sala de previas, en corto, los legisladores culparon a Marité Hernández por haber alentado al primer grupo de manifestantes, la morenista hizo como que no entendió, o capaz que no fingió, es capaz.
Es lamentable que tanto navistas como gallardistas usen grupos de choque para generar confrontaciones, broncas y zafarranchos, lo es porque los potosinos vivimos inmersos en una atamósfera de inseguridad provocada por la ineptitud de los gobernantes para garantizar seguridad, ahora además se debe sumar el pleito, a golpes, entre simpatizantes de grupos políticos antagónicos.
Del lado de los avistas había funcionarios del Ayuntamiento de San Luis, como fue evidenciado a través de varios videos que circulan en redes sociales, incluyendo a Cesar Mercado, subdirector de Participación Ciudadana, quien daba indicaciones a los rijosos para continuar la bronca contra los gallardistas.
La sesión del Congreso del Estado no se reanudó, los diputados, voces de los ciudadanos, no tenían garantizada su integridad para hacer su trabajo, tampoco el de secretarias y asistentes, mejor se fueron.
Ahora tanto navistas como gallardistas se empeñan en bañarse en salud y culpar al contrario de la gresca, lo cierto es que hay límites y sus jefes deben saberlo, una cosa es gritar mentadas contra el oponente y otra mandar a sus gatos a pelearse al Congreso del Estado.
Flaco favor le hacen al alcalde los grupos de choque.