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Elucubraciones: Ahí viene la presidenta… otra vez

Por El Gato Filósofo

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, regresará a San Luis Potosí este sábado 13 de septiembre y, con ello, se reaviva la esperanza o la resignación de presenciar otro capítulo de una de esas giras de las buenas intenciones que tanto dominan la política mexicana. Porque si algo ha quedado claro en sus visitas anteriores es que la presidenta no acostumbra dejar beneficios sustanciales, más allá de discursos impecablemente leídos y promesas que, como los globos en una feria, se elevan bonitos, pero se desinflan en el aire.

El Primer Informe de Gobierno confirmó la tendencia: San Luis Potosí brilló por su ausencia en los grandes proyectos nacionales. Ni un tren que nos conecte al futuro, ni una refinería que nos llene de petróleo imaginario, ni siquiera un anuncio de esos que, aunque modestos, dan la sensación de que el estado cuenta en la agenda presidencial. Nada. Si acaso la fallida Presa Las Escobas que no le avisaron que ya está cancelada y la Universidad Rosario Castellanos que habrá que ver si no se convierte en un fiasco como las Universidades Benito Juárez. Al parecer, para el Gobierno Federal, el territorio del Potosí sigue siendo un buen lugar para las fotografías, pero no para la inversión estratégica.

Ahora bien, la visita tiene su dosis de espectáculo local. Cada vez que una figura de peso de la 4T pisa suelo potosino, el guion incluye una escena predecible; simpatizantes del Partido Verde y de Morena en una coreografía de empujones, gritos y desaires, como si de un teatro popular se tratara. Es la versión política del “te quiero, pero no tanto”. Alianzas a conveniencia que se sostienen en público con abrazos forzados, mientras que, en privado, se afilan los cuchillos. ¿Y los ciudadanos? Ellos, como siempre, de espectadores en la gradería.

El gobernador Ricardo Gallardo seguramente aprovechará la visita para mostrar músculo político y, de paso, presumir cercanía con la presidenta. Al final del día, la fotografía juntos vale más que cualquier carretera inconclusa o cualquier hospital que funcione a medias. Y Sheinbaum, por su parte, podrá tachar otra casilla en su agenda de giras postinforme, reafirmando que gobierna para todos, aunque algunos, como los potosinos, sigan esperando turno en la fila de prioridades.

Así que, salvo que ocurra un milagro (y en política los milagros son cada vez más raros), esta visita corre el riesgo de ser una puesta en escena más. Discursos, aplausos organizados y promesas que no alcanzan a convertirse en hechos. Eso sí, siempre quedará la posibilidad de una buena confrontación entre Verde y Morena para darle sabor al evento. Algo es seguro, si no hay obras, al menos habrá espectáculo.

Cavilaciones:

Primera: Según el Gobierno Federal, existen al menos 300 órdenes de aprehensión en contra de personas vinculadas al tema del huachicol fiscal. Fuentes relacionadas con la Fiscalía General de la República (FGR) aseguran que, entre ellas, hay al menos cinco que están destinadas para potosinos, tres de ellos, presuntos empresarios que, en el sexenio de AMLO, se volvieron millonarios. Este felino sospecha quiénes son, pero ha hecho una promesa para no decir los nombres, no sea que se quieran fugar ¡Miau!

Segunda: El próximo lunes 15 de septiembre estrenaremos Poder Judicial en San Luis Potosí. El único que quedaría fuera sería José Luis Ruiz Contreras debido a que la Sala Superior determinó que no renunció a tiempo a la Fiscalía General del Estado. Yanet Hernández y Juan Paulo Almazán Cué ya se frotan las manitas, aunque algunos opinan que Héctor Vega podría sacarse el tigre en la rifa.

Tercera: ¿Desde cuándo el alcalde capitalino, Enrique Galindo, es muy amigo de los naranjas? Se le vio muy feliz en el informe de la alcaldesa de Guadalajara, Verónica Delgadillo, donde se tomó fotitos con este y con aquel, con esto y con aquello. Galindo no deja de buscar opciones rumbo al 27 y hace bien. Parece que tiene claro que no debe confiarse de Verónica Rodríguez, la presidenta estatal del PAN.

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