Grave es el atentado contra un funcionario público, pero aún más grave es el fingir ataques a balazos con el simple hecho de ganar fama o mantenerla.
Habrá que esperar los peritajes de la Fiscalía General del Estado para dar cuenta de cómo habrían sido efectuados los disparos, posiciones y destino de los proyectiles, ya que a simple vista se observa que mas bien pareciera que se hicieron con el vehículo estacionado y tratando de llevarlos en una sola línea no cual sería contrario a una motocicleta en movimiento pretendiendo pegarle alguno de los sujetos abordo.
Lo que es innegable, es el show mediático tanto estatal como nacional en que derivara dicho evento, dejando de lado grave problema de inseguridad pública en que está hundido San Luis Potosí.
Parece ser que los puntos que había perdido el controversial legislador están por remontar producto que está campaña tipo artista político.