La escritora colombiana, Laura Restrepo, ganadora del premio Alfaguara 2004, en entrevista para la revista Gatopardo, habló de la atención que le generó el terrible caso de la violación, tortura y asesinato de la niña Yuliana Samboní a manos del influyente arquitecto Rafael Uribe, allá en Colombia. El homicidio se contextualiza dentro de los crímenes que se cometen con base en la violencia de género y la violencia de clase, ya que la pequeña Samboní vivía en uno de los barrios más pobres de Bogotá, sin embargo, su cadáver fue encontrado en una zona de clase alta. Cuando su asesino fue detenido, se supo que respondía al nombre de Rafael Uribe, reconocido arquitecto que vivía de lujos y privilegios, afortunadamente, para este caso, se le comprobó su culpabilidad y fue sentenciado a 58 años en prisión.
Restrepo utilizó este lamentable suceso para construir su novela Los Divinos, la cual enmarca una ficción de personajes y hechos que se asemejan al caso que conmocionó a todo Colombia. En su novela, la autora quiso enfatizar la problemática de los feminicidios, evocado más a los que se cometen de mujeres de bajo nivel socioeconómico, «[…] Es como si resultara más fácil agredir a mujeres pobres o inmigrantes porque no hay consecuencias legales, porque son invisibles para la justicia”, menciona la escritora en la entrevista en donde deja ver su preocupación de esta realidad que hoy por hoy se vive en todo Lationamérica. Asimismo, mencionó la importancia de que hay cada vez más hombres que se unen a la voz que exige justicia cuando se presentan este tipo de casos.
Si bien, la novela de la escritora colombiana se construye desde la ficción de sus personajes, la verdad es que cada día vivimos situaciones de este tipo que escandalizan al país donde se cometen. Aquí en México, y específicamente en el estado de San Luis Potosí, los feminicidios han aparecido por montones. Entre los casos más sonados, que precisamente tienen que ver también con la violencia de clase, se encuentran el de Karla Pontigo, edecán de la discoteca Play que en 2012 fue encontrada por su hermano al interior del lugar desangrada de una herida de la pierna.
El caso inmediatamente despertó la indignación de los potosinos, ya que, en primera instancia, según testimonios de los empleados y de Jorge Vasilakos, dueño del centro nocturno, determinaron que todo fue a causa de un accidente donde Karla chocó con una ventana para después cortarse y así hacerse la mortal herida en la pierna, sin embargo, la necropsia arrojaba que Karla Pontigo tenía varias heridas más en todo su cuerpo producidas por golpes contusos, inclusive presentaba lesiones que determinaban una agresión sexual. El caso se mantiene abierto a la fecha, sin ningún culpable claro, mucho menos sin una orden de aprehensión para el dueño de la discoteca, ya que los papás de Karla lo señalan como principal sospechoso.
La familia Vasilakos ha mantenido una presencia influyente en la capital potosina gracias a su emporio de centros nocturnos, aunado a ésto, Jorge Vasilakos era amigo cercano del hijo del entonces gobernador del Estado, Fernado Toranzo, por eso se hace la denuncia de que hubo muchas irregularidades en el proceso de la investigación, manipulando todo lo posible las pruebas y los testimonios para deslindar al integrante de la familia Vasilakos.
Así, muchos casos más de esta índole han sacudido la intranquilidad de los ciudadanos, mismo que muestran siempre un repudio tanto por el crimen cometido, como por la impunidad que hay en nuestro país para procesar y castigar a los culpables que, gracias su condición de mirreyes, han salido libres en la mayoría de los casos.