Ciudad de México.- Con 354 votos a favor y 124 en contra, la Cámara de Diputados aprobó anoche la Ley de la Guardia Nacional que devuelve el control operativo y el mando de esta corporación a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) La iniciativa fue enviada al Senado para su análisis.
La nueva legislación otorga a la Guardia Nacional facultades en labores de inteligencia, vigilancia de comunicaciones (como llamadas, redes sociales y correos electrónicos con autorización judicial) y operativos encubiertos.
Durante el debate, la oposición denunció una “militarización” de la seguridad pública, mientras que Morena y sus aliados defendieron que la estrategia de seguridad seguirá en manos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y que el mando último recae en la presidenta como autoridad civil.
El dictamen sufrió tres cambios: la inclusión de tareas ambientales, la posibilidad de que mandos estatales no sean exclusivamente militares, y una formación enfocada en derechos humanos y perspectiva de género para los elementos.
Legisladores del PRI y PAN alertaron sobre un presunto uso de la Guardia Nacional para espiar a opositores y restringir libertades. En contraste, Morena rechazó estas acusaciones y señaló que gobiernos anteriores fracasaron en su estrategia contra el crimen.
El debate estuvo marcado por gritos, acusaciones y confrontaciones físicas entre diputados, reflejo de la polarización que ha generado esta reforma.
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