
Un pequeño muñeco con sonrisa misteriosa y mirada peculiar está provocando una verdadera fiebre entre coleccionistas, celebridades y fanáticos de la moda: se trata de «Labubu», una figura de origen asiático que ha trascendido el mercado infantil para convertirse en un fenómeno viral en redes sociales.
Desde largas filas en tiendas hasta modelos que se agotan en pocas horas, Labubu ha desatado una locura colectiva. Su éxito no se limita a su estética entre tierna y tenebrosa; detrás de su imagen se esconde una poderosa tendencia digital impulsada por influencers y figuras públicas que lo lucen como llavero en bolsos, mochilas o como parte de estilismos urbanos.
El fenómeno ha alcanzado tal magnitud que ya es común ver publicaciones en TikTok, Instagram y plataformas de reventa, donde los usuarios exhiben sus “cajas sorpresa”, presentación característica de estas figuras, o buscan desesperadamente completar su colección. La rareza de algunos modelos ha incrementado el valor del muñeco en mercados secundarios, donde los precios pueden triplicarse o más. Esta alta demanda también ha abierto la puerta a falsificaciones que circulan en línea, generando alertas entre fanáticos y coleccionistas.
Lo más llamativo de este fenómeno es que no son los niños los principales consumidores, sino adultos que ven en Labubu un símbolo de cultura pop, diseño y exclusividad. Para muchos, adquirirlo representa no solo una pieza de colección, sino una forma de pertenecer a una comunidad global en torno a esta peculiar criatura.