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La otra Claudia

Por María Luisa Paulín

Observar el desempeño de Claudia Sheinbaum puede generar pasiones, pero si se observa fríamente, se puede ver que a cada instante deja huellas de su proyecto político, uno en el que no está incluido el expresidente Andrés Manuel López Obrador, su esposa, Beatriz Gutiérrez, y mucho menos sus hijos Andy, José Ramón y Gonzalo Alfonso.

Cuando el hombre fuerte del Claudiato, Omar García Harfuch, inició la ofensiva contra los grupos del crimen organizado violentando los presuntos acuerdos que tenía su antecesor y padrino, Andrés Manuel López Obrador, la presidenta tenía en realidad todo medido.

La mayor parte de la comentocracia no lo ha visto así. Los periodistas del régimen se escaldan escribiendo y elogiando las acciones de Harfuch, pero dejan de lado el fondo de la estrategia de seguridad, que involucra un gran manejo mediático pero que en los hechos no resuelve gran cosa. La situación está cambiando en esta materia, pero para seguir igual.

Claudia, en realidad, está enfocada en su objetivo de aniquilar el cerco que le dejó López Obrador. Y tonta, tonta… pero no tanto, porque lo está logrando.

Andy López fue el primer objetivo y lo tiene prácticamente en la lona. Adán Augusto López, líder de la bancada de Morena en el Senado de la República, está con un piecito en Estados Unidos. Sheinbaum tuvo clemencia de él porque lo dejó como coordinador, aplicando el consejo maquiavélico que sugiere: De tus amigos, cerca; de tus enemigos, más cerca.

La presidenta tiene formación ruda pese a su origen fifí y académico. Su participación en los movimientos universitarios y en el de las FARC le enseñó a ocultar sus verdaderos planes.

Con Andy y Adán con la soga al cuello, ahora va por un hueso más duro de roer: Ricardo Monreal, líder de Morena en la Cámara de Diputados. Adán Augusto intentó aplastarlo, pero no pudo; Monreal aplicó su colmillo retorcido y se puso a salvo.

En medio de su confrontación con Estados Unidos, Sheinbaum aprovecha su rol femenino para pegar un golpe en la mesa del grupo político que la llevó al poder.

Y, como sabe que no tiene de su lado a Morena, desarticula la estrategia de Andy, amarra a Luisa María Alcalde y teje fino con los gobernadores.

Con el de San Luis Potosí, Claudia está construyendo un buen entendimiento, y se puede decir que una sólida alianza. Manuel Velasco, el líder real del Partido Verde, ha tenido el cuidado de meterse hasta la cocina con la presidenta y se sabe que el entendimiento tiene que ver con el 2027 primero y con el 2030 después.

En el 2027 a la presidenta le interesa recuperar Nuevo León y el Verde es el vehículo. San Luis Potosí lo van a conservar sin problemas, no solo por el trabajo intenso del gobernador Gallardo, sino porque en Morena solo habitan caníbales, y las hermanas Rodríguez, con la soberbia a tope, no son capaces de generar empatía y coincidencias, todo lo forzan, todo lo pudren. Los resultados de la gestión de Rita Ozalia están a la vista.

Al margen de lo que creen los malquerientes del gallardismo, hay una línea de trabajo con la presidenta Sheinbaum; pero el principal rival, Enrique Galindo, también tiene la suya, y parece que ha entendido que no avanza sin el buen entendimiento con el gobernador. Pero de eso hablaremos en la próxima entrega.

Como sea, Claudia Sheinbaum toma el control, poco a poco, del gobierno, y para los versados en el tema se sabe que lo primero que hay que gobernar es al gobierno. Domada esa fiera, todo lo demás fluye.

Veremos en qué se convierte la presidenta cuando realmente asuma el poder. Creo firmemente que será entonces cuando conoceremos a la otra Claudia, la verdaderamente poderosa.

P.D.1.- La que anda ya en abierta campaña para la gubernatura, o ya de jodido para la presidencia municipal capitalina, es la senadora panista Vero Rodríguez. No llena la señora: tiene el cargo en el Senado, la dirigencia estatal y ahora una campaña encubierta. A ver si no se indigesta.

P.D.2.- David Azuara presentó su primer informe de resultados como diputado federal por el primer distrito con cabecera en la capital potosina. Sus esfuerzos se enfocaron en gestionar 600 millones para arreglar de fondo el problema de El Realito y, con la CNA, el tema del agua en la zona metropolitana. Lo acompañaron Héctor Mendizábal, exdirigente y exdiputado; Nubia Medina, diputada federal; Elías Lixa, líder de los diputados en San Lázaro; el siempre aguerrido Federico Döring; y personalidades como Lidia Argüello, a quien bromean con el título de “presidenta legítima del PAN”. También se hizo presente el empresario Gerardo Sánchez, el exsenador de Morena, Primo Dothé Mata, y muchos líderes de colonia en el distrito que le dio a Acción Nacional más de 100 mil votos. Trae con queso el panista.

P.D.3.- El Gobierno federal no tiene contemplada para este año la construcción de nuevas carreteras ni la rehabilitación de las que ya existen. No hay un plan de infraestructura; tal vez por eso el delegado de la SCT, Eli Cervantes, se la pasa de holgazán. Eso sí, cobra puntualmente sus 100 mil bolas al mes.

P.D.4.- El presidente municipal de Villa de La Paz, Juan Francisco Gomez Escamilla, se ha ganado a pulso el mote Lord Moches. ¿Por qué será?

Hasta la próxima.

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