
El Colegio de Químicos de Puerto Rico (CQPR) presentó un análisis en el que concluye que la música del artista urbano Bad Bunny estimula la liberación de neurotransmisores como dopamina, serotonina y oxitocina, responsables de sensaciones de placer, bienestar, euforia y un fuerte sentido de comunidad entre los asistentes a sus conciertos.
Este estudio se dio a conocer como parte del preámbulo a la residencia artística «No Me Quiero Ir de Aquí», una serie de 30 espectáculos que el cantante ofrecerá en el Coliseo de Puerto Rico en San Juan, del 11 de julio al 14 de septiembre de 2025.
El CQPR aclaró que el análisis no fue elaborado desde una perspectiva de entretenimiento, sino enfocado en la química cerebral, así como el impacto ambiental y la innovación energética que acompañan este tipo de eventos de gran escala.
La investigación busca destacar cómo fenómenos culturales como la música pueden tener efectos positivos en el cerebro humano y generar vínculos sociales, además de abrir el diálogo sobre su huella ambiental y tecnológica.