Ciudad Valles, S.L.P. — Tuvieron que pasar tres años para que el Gobierno del Estado enviara un aula móvil al preescolar “Benito Juárez” del ejido Tanculpaya. La respuesta llegó… pero a tres días de concluir el ciclo escolar y con un nuevo problema encima: el aula no cabe en el terreno del plantel y fue dejada sobre la vía pública.
Durante tres ciclos escolares, los niños tomaron clases en condiciones deplorables: expuestos al clima, dentro de un improvisado comedor de madera, lámina y hule. Fue necesario promover un amparo que recientemente aceptó una juez federal, para que la SEGE finalmente reaccionara y enviara un aula provisional.
María Guadalupe Castro Nuñez titular del juzgado Quinto Federal, emitió el documento donde además envío un mensaje a los pequeños y padres de familia, donde señaló que esto ayudará a que se respeten los derechos a una educación digna, pero esto solo es una «solución temporal» ya que se ordenó a las autoridades revisen la escuela para mejorarla y les den lo necesario para estar seguros y puedan recibir clases de manera digna
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Fue así como el jueves una camioneta negra remolcó el aula hasta la comunidad, causo expectación su paso por toda la ciudad, buscando llegar hasta el ejido Tanculpaya; pero lejos de ser motivo de celebración, se convirtió en otra muestra de la improvisación y falta de planeación: la unidad no pudo ser instalada dentro del preescolar por sus dimensiones y fue abandonada afuera, en una zona considerada insegura.
Padres de familia se negaron a firmar responsivas, argumentando que el aula está en riesgo de ser robada o vandalizada. “Ya es mucho que nos hayan tenido en el olvido tanto tiempo, y ahora esto. ¿Qué clase de solución es esta?”, expresaron molestos.
Ante el caos, fue el Ayuntamiento de Ciudad Valles quien tuvo que intervenir para adecuar el espacio. A través de Obras Públicas, comenzaron a trabajar para reubicar el aula y darle al fin a los niños un espacio digno… aunque sea cuando el ciclo escolar ya casi termina.
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