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Juan Ramiro Robledo, el regreso

Por María Luisa Paulín

Corría el año 1997. Juan Ramiro Robledo había alineado a casi todos los grupos de poder de San Luis Potosí para convertirse en gobernador del Estado, pero Horacio Sánchez Unzueta lo bajó de la nube en que andaba y, en su lugar, fue Fernando Silva Nieto quien consolidó la segunda etapa de lo que en aquel tiempo se dio en llamar “el proyecto transexenal”.

Los macabeos, un grupo que se formó al amparo de la Universidad, quedó en shock cuando se supo que el elegido era el secretario general de Gobierno, el único que ha saltado de esa posición a gobernador en la historia moderna de San Luis Potosí.

Los que vivieron junto a Juan Ramiro ese episodio prometieron que volverían, como el general Douglas MacArthur lo hizo en la Segunda Guerra Mundial luego de ser derrotado por los japoneses. Según la historia, el general se replegó con la derrota a cuestas, pero dos años después volvió para liberar a Filipinas y fue entonces cuando se convirtió en héroe.

Los macabeos advirtieron que regresarían, pero no dijeron cuándo. Con el tiempo, Juan Ramiro se fue inclinando hacia la izquierda hasta que cayó en brazos de Morena. Su amado PRI no lo quiso más; no volvió a estar en el primer círculo del partidazo.

Se hizo amigo de Eduardo Martínez Benavente, uno de los navistas más radicales de la comarca potosina. Juntos fueron diputados locales y formaron parte activa del trabajo de escritorio para ganar adeptos para Andrés Manuel López Obrador por allá del 2018.

Se fue a México y allá se reencontró con viejos amigos que también migraron del PRI a Morena, y terminó siendo el protagonista anónimo de la reforma judicial, gracias a la cual hoy tenemos magistrados y jueces que son electos popularmente y no por méritos.

El ardid le costó la amistad de algunos de sus fieles amigos, como Fabián Espinosa Díaz de León, pero Ramiro Robledo se ha mantenido en las altas esferas morenistas.

Muchos pensaron que sería ministro de la Suprema Corte, pero el destino le tenía otra sorpresa. En los acomodos de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, cayó en la Subsecretaría de Gobernación, y hoy es el sensei de Rosa Icela Rodríguez.

Dos potosinos tienen en sus manos la gobernabilidad del país y no se ve que el rumbo sea claro.

Pero esa cercanía de Robledo Ruiz con Rosa Icela basta y sobra para alimentar los sueños del regreso de Juan Ramiro como candidato a la gubernatura en el 2027.

“No lo menosprecies porque lo ves viejito”, me dijo un buen amigo y, acto seguido, me recitó un rosario de atributos que, asegura, aún tiene el político potosino.

Con 76 años de edad, Juan Ramiro tendría aspiraciones y contaría con el respaldo de la secretaria de Gobernación, que también aspira y que, queda claro, no podría imponer a su hermana, Rita Ozalia Rodríguez, como candidata; hacerlo rompería con las instrucciones de la presidenta, Claudia Sheinbaum.

Como sea, la sangre se le ha vuelto a calentar a Juan Ramiro y sus amigos creen que el sistema le debe la gubernatura, pero como no hay dicha plena, primero tendrá que pasar sobre las tribus locales que ya probaron el poder, disfrutan del dinero y les ha gustado.

Si Juan Ramiro regresa a San Luis Potosí como candidato, será lo más decente que pueda postular Morena.

P.D.1.– Lourdes Mendoza, columnista del periódico «El Financiero», puso sobre la mesa contratos presuntamente ilegales otorgados por Pemex a la empresa Petrogesa, propiedad del huasteco Gerardo Sánchez Zumaya. El hoy senador Adán Augusto López le habría ayudado a conseguir semejantes negocios. Los contratos se habrían hecho entre 2021 y 2024. No pues, con agua, dinero y tractor, cualquier buey es agricultor. ¡Ups!

P.D.2.– En el Ayuntamiento capitalino hay una guerra de egos. Según radio pasillo, las trompadas, jalones de pelos, patadas bajo la mesa, pellizcos y nalgadas se dan entre el secretario Fernando Chávez Méndez y el titular de seguridad, Juan Antonio Villa. Villa ha aguantado vara, pero parece que los celos del secretario son tantos que ha incurrido en el uso de una regidora, que asegura ser su compañera sentimental, para lanzar fuego amigo. ¡Ay, lo que hace el amorsh!

P.D.3.– Claudia Sheinbaum recortó más del 50 por ciento de recursos para salud a San Luis Potosí, así que para 2026 no hay derecho a enfermarse, accidentarse o vacunarse. Es más, ya ni respiren.

Hasta la próxima.

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