Durante los últimos días se ha viralizado un videoclip donde se muestra a una bailarina de ballet con Alzheimer emocionarse al escuchar el Lago de los Cisnes. La publicación original fue compartida por la fundación Música para Despertar, donde se indicaba que Marta fue primer bailarina en Nueva York.
La emoción que la ex bailarina siente al escuchar la histórica pieza contagia a cualquiera que ve el video. Marta, pese a tener Alzheimer avanzado comienza a recordar posiciones y momentos clave de la interpretación.
https://youtu.be/tRuyZdDqJaE
Las emotivas imágenes fueron divulgadas por redes sociales y el video alcanzó millones de visitas lo que provocó que varios expertos cuestionaran su veracidad. El video original fue grabado en 2019 y compartido con motivo del aniversario luctuoso de Marta, quien paso sus últimos días de vida en un asilo.
Especialistas señalaron que Marta en realidad nunca fue Primera Bailarina en Nueva York y que las posiciones que muestra no corresponden a una interpretación fiel de la pieza. Tras varios reclamos y cuestionamientos la fundación decidió investigar más sobre la bailarina y su increíble historia. De igual forma, señalaron que dentro del video se muestra a una joven bailarina la cual es Uliana Lopatkina.
Marta González formó su carrera artística en los años 60 en Cuba en la Escuela de Ballet de Nicolat Yavorsky, desde muy joven se mudó a los Estados Unidos y creó su propia Campañia y Escuela de Ballet “Rosamunda”. Con su propia compañía fue Directora, Coreógrafa y Primera Bailarina. No quiere decir que fuera la primera bailarina del Ballet de Nueva York, sino que fue «Primera Bailarina» con su propia compañía en Nueva York.
Esta foto que acompaña la publicación es ella en acción, ahí se aprecia que la bailarina del video no es ella, cosa que la fundación aclaró desde un principio. Ya que no contamos con videos de Marta de joven quisimos agregar las de otra bailarina pero nunca dijimos que fuera ella, indicaron.
Marta paso algunos años en Nueva York y posteriormente mudó su escuela a Madrid, en el Barrio de la Estrella, donde enseñó a generaciones de futuros bailarines de ballet. La mujer paso sus últimos años en la Residencia Muro de Alcoy, donde fue llenada de amor y cuidados así como música todos los días.
La ex bailarina compartió con los otros residentes su gusto por el arte, cuando podía recordar alguna parte de su pasado les contó a los cuidadores sobre su historia y les mostró fotografías de su juventud.
Como Marta no tenía familia que cuidará de ella todas sus pertenencias quedaron al cuidado del asilo, por lo que se han compartido algunas fotografías de Marta donde luce joven, hermosa y enamorada de de la música y la danza.
La fundación ha señalado que mas allá de resaltar si Marta fue o no una Primera Bailarina, lo importante de esta historia es conocer el poder de la música y la danza. Pese a la enfermedad, ella recordó hasta su último día la pasión del baile y la magia de un escenario.
