La primera jornada del Cónclave 2025 concluyó sin que los cardenales reunidos en la Capilla Sixtina alcanzaran un acuerdo sobre quién será el nuevo líder de la Iglesia católica, tras el fallecimiento del Papa Francisco I. El humo negro que emergió la noche del miércoles desde la emblemática chimenea indicó que aún no hay consenso.
La sesión inicial reunió a 133 cardenales electores menores de 80 años, quienes votaron a puerta cerrada bajo estrictas medidas de seguridad tecnológica, sin acceso a dispositivos electrónicos. La falta de un claro favorito ha intensificado las conjeturas sobre la duración del proceso, especialmente debido a la diversidad cultural del colegio cardenalicio, el más amplio en términos geográficos en la historia de la Iglesia, con representantes de 71 países.
Más de 45 mil personas se congregaron en la Plaza de San Pedro para presenciar la esperada señal que indicaría si un nuevo pontífice había sido elegido. Sin embargo, el primer escrutinio no logró los 89 votos necesarios para proclamar al sucesor de Francisco.
El cónclave continuará este jueves, con nuevas rondas de votación previstas por la mañana. A diferencia de elecciones anteriores que se resolvieron rápidamente, esta edición apunta a una deliberación más prolongada, reflejo de las tensiones internas sobre el rumbo que deberá tomar el Vaticano en la era posterior a Francisco.
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