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Huachicol, de raíz europea a una palabra mexicana

En las últimas semanas, un tema que hemos escuchado constantemente es el de robo, traslado y venta de combustible en varios puntos del país y por el que muchos ciudadanos nos hemos visto afectados por su desabasto, un negocio ilícito que se lleva a cabo desde hace décadas y que el nuevo gobierno une esfuerzos para poder resolver esta problemática. Las formas de robo de combustible y otros derivados del petróleo se han diversificado pero a quienes la realizan se les llama de una sola manera: huachicoleros, los cuales son grupos delictivos que llevan a cabo esta actividad a plena luz del día o hay quienes prefieren transportar la mercancía por túneles. Ana Lilia Pérez, escribe en su libro El Cártel Negro: Cómo el crimen organizado se ha apoderado de Pemex, que los transportistas o conductores de las pipas introducen una manguera en estas cuando se encuentran llenas de combustible extrayendo un 10% del producto y para no hacer notoria su extracción le agregan agua para compensar el peso, a esto se le llama huachicolear. Esta operación ocurre durante el trayecto de las refinerías a las plantas de almacenamiento en donde los compradores o posibles empresarios gasolineros recogen el producto.

La palabra huachicol aunque la entendemos o relacionamos con este delito, la verdad es que se aplicaba para algo completamente diferente. Según, ésta deriva de la palabra huachichiles o huaches, una etnia nómada de México que abarcó los estados de Zacatecas, San Luis Potosí, Tamaulipas y parte de Guanajuato, Coahuila y Jalisco, a ellos se les atribuye el uso ceremonial del peyote así como la elaboración y consumo de bebidas a base de tuna, mezquites y maguey.

Arturo Ortega Morán oriundo de Matehuala San Luis Potosí, quien es investigador en el origen de palabras y expresiones del castellano, comenta que proviene del latín aquati que significa aguado. En el idioma italiano esta palabra sufrió modificaciones, aquatio-quatio-guatio hasta llegar a guazzo, que significa también aguado. En la primera mitad del siglo XVI, se tienen registros de la expresión a guazzo que hace referencia a una técnica de pintura la cual llegó a Francia hasta el siglo XVIII cambiando su fonética a gouache, conservando el concepto de aguado por manejar colores diluidos en agua pero de apariencia sólida y no transparente como en la acuarela. En el siglo XIX, muchas palabras del idioma francés se colocaron en el español, entre estas se encuentra gouache, apareciendo en un texto del Diario El Universal el 6 de diciembre de 1896, posteriormente, el 21 de junio de 1926, en el Diario Tapatío El Informador, se menciona también esta palabra para anunciar el programa que han tomado unos alumnos con dibujo a mano libre, preparación de colores y decoración con gouache.

Al paso del tiempo, la gente deformó la palabra gouache, pronunciándola (guach) hasta llegar a guachicol para referirse a las bebidas alcohólicas adulteradas como el  tequila o aguardiente diluidos con agua, de esta manera se obtenía más producto y a la vez mayores ganancias, así que podemos asegurar que estos fueron los primeros huachicoleros en la historia de México, ejemplo de ello es que el 21 de febrero de 1994 en ese mismo Diario, se escribió un artículo sobre la calidad del tequila, donde el entrevistado que era el alcalde de Atotonilco, aseguró que durante su administración, no se había vendido ni un litro de huachicol.

Otros especialistas aseguran que su raíz es de origen maya, huach o waach, un término para referirse a los forasteros o foráneos. El Diccionario Español de México, menciona dos significados: la persona que baja fruta de los árboles usando huachicol o cuachicol, la cual es una vara larga con una canastilla en uno de sus extremos y también al delincuente que se dedica a robar combustible perforando los oleoductos.

Sin duda, una palabra con un significado poco aceptable en nuestros días pero desafortunadamente ….. real. ¿O tú qué piensas?

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