
La noche de este lunes, una ambulancia del sector salud volcó en el libramiento Valles-Tamuín mientras trasladaba a una paciente desde Ébano hasta Rioverde. El accidente dejó cinco personas lesionadas: la doctora, la enfermera, el operador de la unidad, la paciente y su esposo. El chofer fue el más afectado, quedó prensado y sufrió fracturas en ambas piernas.
El motivo del traslado expone un problema grave: el Hospital General de Ciudad Valles está rebasado. No había camas disponibles para recibir a la paciente, por lo que fue necesario enviarla a Rioverde, a más de tres horas de distancia.
Trabajadores de la Secretaría de Salud confirmaron que el nosocomio opera actualmente con un sobrecupo del 114%. Esta situación no es nueva, pero ahora ha escalado a niveles alarmantes. Las consecuencias ya no se quedan en los pasillos saturados o la falta de medicamentos: ahora se ven en accidentes como este, en riesgos reales para los pacientes y el personal médico.
La falta de inversión en infraestructura, el desabasto de insumos y la negligencia en la planeación están poniendo en jaque al sistema de salud en la Huasteca. Hoy, los enfermos ya no solo enfrentan su padecimiento, sino también el peligro de ser trasladados por horas, lejos de su lugar de origen, solo para tener una mínima oportunidad de ser atendidos.
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