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Héctor Dominguez ha muerto

La cruel muerte del pintor, muralista y escultor Héctor Dominguez, ocurrida la noche del viernes 19 de abril en su domicilio en Ciudad Valles, no puede pasar desapercibida.

Si bien el mundillo artístico de San Luis Potosí resultó insensible ante el crimen, debemos, al menos en este espacio, dedicarle unas líneas.

Héctor Domínguez tenía 27 años de edad y dedicó su vida a llenar de color las paredes de la Huasteca potosina. Jaguares, venados, indígenas, el Xantolo, edificios huastecos, piezas prehispánicas, flores, el Castillo de Sir Edwards James, las Pozas de Xilitla, la Cascada de Tamul, Micos, algunos de los motivos del arte de Domínguez.

Los motivos de la muerte de Héctor Dominguez, su padre y hermano, aún no son claros, existen entorno al crimen especulaciones y teorías de todo tipo, sin embargo será a la Fiscalía a quien corresponda esclarecer el triple homicidio.

Desde que el expresidente Felipe Calderón inició la guerra contra el narco han muerto cientos de miles de personas inocentes. Mexicanos que tenían una madre, un padre, hermanos, pareja, hijos, que aportaban a la sociedad y al mundo, han muerto cruelmente desde 2006 y la mayoría de esas muertes han quedado impunes.

A Héctor Domínguez le sobrevivirá su arte, alguno, porque la mayoría fue plasmado en paredes en la Huasteca, donde la humedad borrará las bellezas grabadas con tintas de colores.

“El mundo necesita +amor y +color”, fue la frase que Héctor Domínguez utilizó de emblema y tenía razón.

El mundo necesita más amor y más color, lamentablemente ya no está él para pintarlo…

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