
“Nuestros obreros y la gente de poco recursos merecen todo el respeto del Gobierno y una manera de respetarlos es ofrecerles un servicio de buena calidad”, así lo expresó el padre Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Iglesia Católica, al hablar sobre el incrementó al pasaje del transporte público.
Aseguró que es labor de las autoridades demandar a los concesionarios que mejoren la calidad del servicio, pues: “solo así pueden tener derecho a exigir un aumento”. “Redondear a 10 pesos (la tarifa) es un costo muy alto para una persona que tiene que tomar más de un camión al día”.
Priego Rivera calificó como injusto el incremento pues, en muchas ocasiones, si toman más de tres camiones para trasladarse a un lugar y tres más para regresar, la mitad de su salario diario se consume.
Es obligación de los transportistas brindar un buen servicio, las personas no se molestarían con un aumento a las tarifas si les garantizarán su seguridad, continuó el párroco. “Los botones de pánico ya dijeron que no están funcionando; las pantallas y cámaras tampoco”, agregó.
Como sugerencia, hizo un exhorto al Gobierno del Estado a sentarse con los transportistas y concesionarios y decirles que, si les van a autorizar, pero bajo ciertas condiciones y ver si no se están autorizando aumentos excesivos con servicios de mala calidad. Entienden que comprar unidades de primer nivel es muy costoso, pero se pueden mejorar las condiciones de las que se tienen actualmente.
Finalmente, el padre advirtió que ndie se atrevería a robar un camión si supiera que cuenta con toda la seguridad, que los botones de pánico funcionan y que siempre están grabando.