Este domingo, las competencias de la Fórmula 1 regresaron después de la pausa obligada por la pandemia del Covid-19. El Gran Premio de Austria estaba listo para llevar a cabo una carrera trepidante, llena de adrenalina y, sobre todo, con la garantía de implementar las medidas pertinentes para salvaguardar la salud de cada uno de los integrantes de las escuderías participantes.
Sin embargo, más allá de la noticia de los ganadores donde, dicho sea de paso, Mercedes, Ferrari y McLaren no compartían el podio después de 70 años, la nota del evento fue la protesta que hicieron varios pilotos antes de comenzar la carrera en contra de la discriminación racial.
Los participantes se colocaron en la parrilla de salida con una rodilla en el piso. La acción fue liderada por el británico Lewis Hamilton quien ya se había manifestado a través de sus redes sociales por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de policías blancos de Minneapolis.
Los pilotos, además, portaban una playera en la cual se podía leer: «End Racism» y » Black Lives Matter». El mexicano Checo Pérez se unió a la protesta haciendo lo propio, donde seguramente está enterado que dicho problema social también existe en nuestro país y el cual es urgente erradicarlo.
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