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Flan de Nuez, de la tradición francesa a la mesa familiar

El origen está ligado al flan clásico que se elabora con huevos, leche y azúcar

Miércoles 6 de agosto, CDMX.- El flan de nuez es una deliciosa variante de este tradicional postre que combina la suavidad de la natilla con el sabor característico de las nueces. Actualmente, es uno de los postres más recurrentes en cientos de restaurantes en México, pero ¿Cuál es su origen y cómo se prepara?

Su origen está íntimamente ligado al flan clásico, que proviene de la gastronomía francesa y tiene raíces que se remontan a la antigüedad, con preparaciones similares en la época de fenicios, griegos y romanos. Tradicionalmente, el flan se elabora con huevos, leche y azúcar, cocido al baño María para obtener una textura cremosa y gelatinosa. La idea de incorporar nueces aporta un toque especial y distintivo, enriqueciendo tanto su sabor como su textura.

Para preparar el flan de nuez, se comienza caramelizando azúcar para cubrir el fondo del molde, lo que crea una capa dulce y dorada que al voltear el flan queda encima, aportando un contraste incomparable.

La mezcla principal se hace licuando leche evaporada, leche condensada, huevos, extracto de vainilla y las nueces, que pueden estar enteras o picadas, según la preferencia. Esta mezcla se vierte en el molde recién caramelizado y se cocina al baño María en el horno durante aproximadamente 50 a 60 minutos, hasta que el flan cuaje y esté firme al tacto.

Cuando el flan está listo, se deja enfriar y se refrigera varias horas para que adquiera la consistencia ideal antes de ser desmoldado y servido. La combinación del caramelo dulce, la cremosidad del flan y el crujiente y sabor de la nuez hacen de este plato un favorito en muchas cocinas.

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