San Luis Potosí enfrenta una problemática creciente con árboles que representan un riesgo para la infraestructura urbana y la seguridad ciudadana, particularmente durante la temporada de lluvias y fuertes vientos. Ante este panorama, el Ayuntamiento capitalino, a través de la Dirección de Ecología, ha emprendido una serie de acciones preventivas, de sanción y conservación para atender la situación.
Uno de los puntos críticos señalados por la autoridad es el caso de los árboles que no justifican una tala, pero que requieren una poda técnica por representar riesgos. Las podas deben ser realizadas de forma especializada, ya que una ejecución deficiente puede generar desequilibrio en el árbol y aumentar su vulnerabilidad ante fenómenos meteorológicos.
Entre las especies más problemáticas destacan los eucaliptos, considerados una especie invasora y poco apta para la ciudad. Según reportes del área de Ecología, cerca del 80 por ciento de los árboles caídos en temporada de lluvias corresponden a esta especie, junto con los pirules.
Frente a este contexto, el Ayuntamiento ha intensificado la aplicación de sanciones por talas y podas irregulares. En lo que va del año, se han emitido más de 50 sanciones, de las cuales 23 se concentraron en los últimos meses. Las multas actuales oscilan entre dos mil 300 pesos por poda no autorizada y tres mil 500 por tala, montos que la administración considera insuficientes, por lo que ha propuesto elevar las penalizaciones en la próxima Ley de Ingresos municipal.
Además, como parte de su estrategia de compensación ambiental, la Dirección de Ecología tiene como meta sustituir cada árbol talado con la siembra de al menos diez ejemplares, superando así lo que marca actualmente la normativa estatal.
También se contempla crear un patrimonio del arbolado urbano, en el cual los árboles más emblemáticos y antiguos de la ciudad recibirán una clasificación especial. Estos ejemplares estarán sujetos a cuidados específicos, similares a los que se otorgan a bienes muebles del municipio. Se han identificado ya los primeros 100 árboles con esta categoría, excluyendo especies como el eucalipto por sus características de riesgo.
A largo plazo, el municipio trabaja con organizaciones como la Arbor Day Foundation y Reforestamos México en una iniciativa para impulsar una ley nacional de arbolado urbano y cambio climático, cuya discusión inicial está programada para julio.
Finalmente, las autoridades municipales hicieron un llamado a la ciudadanía para que, antes de solicitar la tala de un árbol, acudan a las instancias correspondientes, donde se valorará la viabilidad de una poda o su retiro completo a partir de dictámenes técnicos. También recordaron que, en casos donde el arbolado genera afectaciones estructurales, debe intervenir Protección Civil para emitir el diagnóstico correspondiente.
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