El Instituto Nacional de Migración (INM) de México está ultimando los preparativos para la apertura de una nueva estación migratoria en el desierto de Chihuahua, a unos 72 kilómetros al sur de Ciudad Juárez, en el norte del país, según informó el comisionado del INM, Francisco Garduño.
Esta nueva estación surge como alternativa tras casi un año del trágico incendio en las instalaciones del Puente Lerdo, en Ciudad Juárez, que se cobró la vida de 40 migrantes.
El nuevo centro para retener migrantes estará ubicado en las ruinas de lo que una vez fue la aduana interna de Juárez, en el kilómetro 72 de la carretera Panamericana. Estas instalaciones habían quedado abandonadas desde el 28 de noviembre de 2013, cuando el expresidente Enrique Peña Nieto eliminó varios puntos de revisión fiscal paralelos a la frontera con Estados Unidos.
El comisionado Garduño destacó que están trabajando en la adaptación de estas instalaciones para ofrecer un espacio habitable a los migrantes. Este esfuerzo busca subsanar la ausencia de una estación migratoria en Ciudad Juárez desde el incendio del año anterior.
Actualmente, el INM ha contado con dos estancias para familias migrantes en Ciudad Juárez, además de una carpa-albergue con capacidad para 300 personas cerca del cruce internacional Lerdo-Stanton.
Las nuevas instalaciones proyectadas se encuentran en un área remota, a 72 kilómetros de Ciudad Juárez, en medio del desierto. El predio cuenta con un edificio principal de 800 metros cuadrados, un edificio secundario de 350 metros cuadrados y seis cobertizos para vehículos.
Aunque las instalaciones se encuentran abandonadas y vandalizadas, el INM está en proceso de seleccionar una empresa para la reconstrucción y adecuación de estas para su nuevo propósito.
Garduño destacó la extraordinaria magnitud del flujo migratorio en los últimos años, que ha superado todas las previsiones y capacidades normativas. Señaló que este fenómeno sin precedentes requiere una respuesta adecuada por parte de las autoridades mexicanas.
Seguiremos informando.
