La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune crónica que ataca el sistema nervioso central cerebro y médula espinal, donde el sistema inmunitario daña la mielina, la capa protectora que envuelve las fibras nerviosas
Este daño provoca que los impulsos eléctricos entre el cerebro y el cuerpo se debiliten o interrumpan, generando diversas secuelas: fatiga, pérdida de visión, alteraciones del equilibrio, debilidad, hormigueo, espasmos o problemas cognitivos .
La EM afecta aproximadamente a 2,8 millones de personas en el mundo, siendo más frecuente entre los 20 y 40 años, y con una incidencia casi doble en mujeres respecto a hombres . Si bien no se conoce su causa exacta, se sospecha que desencadenantes genéticos, ambientales (como deficiencia de vitamina D o infecciones virales, especialmente por el virus de Epstein‑Barr) contribuyen a activarla
La EM se presenta en varias formas:
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Remitente‑recurrente (la más común): brotes de síntomas seguidos de remisiones.
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Primaria o secundaria progresiva: daño continuo con o sin periodos de mejora .
Se diagnostica mediante una combinación de evaluación clínica, resonancia magnética para detectar placas, punción lumbar y potenciales evocados .
Aunque aún no tiene cura, existen terapias modificadoras de la enfermedad (DMT) que reducen la inflamación, frenan la progresión y disminuyen los brotes . Un avance notable es la terapia con anticuerpos anti‑B (como ocrelizumab), aprobada en 2017 y que ha demostrado reducir hasta en un 90 % las lesiones cerebrales y mejorar significativamente la calidad de vida de millones de pacientes.
Además, se emplean esteroides para tratar brotes agudos, rehabilitación física, apoyo psicológico, nutrición, ejercicio y manejo de síntomas secundarios como el espasmo muscular, la fatiga o problemas urinarios .
Como destaca el Dr. Stephen Hauser, pionero en terapias anti‑B: “la EM es ahora, en muchos casos, una enfermedad tratable, no una sentencia”. Eso marca un cambio sustancial en el pronóstico y abre interrogantes hacia un futuro en el que la prevención y la reparación neuronal puedan ser realidad.
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