VIDA SANA, SALUD Y SEXO

¿Es posible prevenir el Alzheimer?

* Existen estrategias y avances en la medicina que responden la pregunta

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo, es una de las principales causas de demencia en la población mayor. Aunque aún no existe una cura definitiva, investigaciones recientes han demostrado que es posible reducir significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad mediante cambios en el estilo de vida y la implementación de estrategias de prevención basadas en la evidencia médica.

Estilo de vida saludable: la clave en la prevención

Numerosos estudios han vinculado un estilo de vida saludable con la reducción del riesgo de Alzheimer. La Asociación de Alzheimer y especialistas en neurología coinciden en que una dieta equilibrada, ejercicio regular y la estimulación cognitiva son factores clave para preservar la salud cerebral.

Una de las dietas más recomendadas es la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, cereales integrales, pescado y aceite de oliva. Según el Dr. Richard Isaacson, un neurólogo especializado en la prevención de la enfermedad de Alzheimer, «una dieta rica en antioxidantes, grasas saludables y nutrientes esenciales puede ayudar a proteger las neuronas del daño que eventualmente conduce a la enfermedad». La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), que controla la presión arterial, también ha demostrado ser beneficiosa en la salud cognitiva.

Además, el ejercicio físico regular contribuye a mejorar la circulación sanguínea, lo que optimiza el aporte de oxígeno al cerebro y reduce la inflamación. El Dr. Isaacson destaca que «la actividad física aumenta la neurogénesis, el proceso mediante el cual se forman nuevas neuronas en el cerebro, lo cual es esencial para la salud cognitiva a largo plazo».

La importancia de la estimulación cognitiva y el sueño

Otro aspecto fundamental en la prevención del Alzheimer es mantener el cerebro activo. Actividades que desafíen el pensamiento, como leer, resolver crucigramas o aprender un nuevo idioma, pueden fortalecer las conexiones neuronales y retrasar la aparición de los síntomas. Un estudio de la Clínica Mayo sugiere que la participación en actividades cognitivamente estimulantes a lo largo de la vida puede reducir el riesgo de demencia en más de un 30%.

El sueño adecuado también juega un papel crucial. Investigaciones recientes publicadas en la revista JAMA Neurology revelaron que las personas que duermen entre siete y ocho horas por noche tienen un riesgo significativamente menor de desarrollar Alzheimer. Durante el sueño profundo, el cerebro elimina toxinas y proteínas anormales, como la beta-amiloide, que está directamente relacionada con la enfermedad.

Control de factores de riesgo cardiovascular

La salud cardiovascular también está fuertemente vinculada con la salud cerebral. Condiciones como la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto aumentan el riesgo de desarrollar Alzheimer. El Dr. Miia Kivipelto, investigadora líder en el Estudio FINGER (Finnish Geriatric Intervention Study to Prevent Cognitive Impairment and Disability), enfatiza que «controlar estos factores de riesgo a través de una alimentación sana, ejercicio y, cuando sea necesario, medicación, puede prevenir el deterioro cognitivo».

El estudio FINGER ha sido pionero en demostrar que una combinación de intervenciones multidominio, que abordan la dieta, el ejercicio, la cognición y la salud vascular, puede reducir el riesgo de Alzheimer en adultos mayores con mayor susceptibilidad genética.

Seguiremos informando.

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