La innovación desarrollada por científicos chinos de la Universidad de Zheijang se basa en la manipulación de las fuerzas eléctricas. Han fabricado un vidrio transparentemente cubierto con electrodos de óxido de indio-estaño (ITO), aislados por una película de PET y con una estructura que actúa como una pista de despegue para partículas de polvo. Cuando se aplica una señal eléctrica determinada, la superficie expulsa las partículas adheridas en menos de 10 segundos y con una eficiencia superior al 97%. Además, una vez limpio, el campo eléctrico ejerce un efecto protector al evitar que nuevas partículas se depositen durante su funcionamiento.
Las cualidades multifuncionales de la nueva generación de vidrio y cristal también se extienden al campo de la energía, donde se están desarrollando nuevas soluciones de vidrio fotovoltaico. Esta tecnología permite instalar paneles integrados en ventanas y fachadas manteniendo la transparencia y, a la vez, generando energía renovable.
No es descabellado concebir un futuro en el que las fachadas acristaladas se mantengan limpias con solo pulsar un interruptor y, además, contribuyan de manera activa al abastecimiento energético de los edificios.
Se espera que en un futuro no tan lejano esta nueva tecnología llegue a México.
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