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Elucubraciones: El regreso del gusano

Por El Gato Filósofo

En las últimas semanas, buena parte del debate público se ha concentrado en la coyuntura política, económica y electoral, sin embargo, a la par, una amenaza silenciosa avanza en el campo mexicano; el gusano barrenador del ganado. Aunque para muchos pueda sonar a una anécdota agrícola del siglo pasado, lo cierto es que su reaparición representa una emergencia zoosanitaria de alto impacto, especialmente en regiones ganaderas como la Huasteca o el Altiplano de San Luis Potosí.

Este parásito, cuya larva destruye los tejidos de los animales desde el interior, no sólo provoca un sufrimiento brutal en el ganado, sino que implica también enormes pérdidas económicas para los productores. El gusano barrenador puede acabar en semanas con el esfuerzo de años, afectando tanto a pequeños como a grandes ganaderos.

San Luis Potosí, con su importante actividad pecuaria en zonas como el Altiplano y la Huasteca, está particularmente en riesgo. Los brotes recientes en entidades vecinas han encendido las alarmas, y aunque el Gobierno Federal y estatal han comenzado a hablar del tema, aún se percibe una falta de estrategia contundente. El problema exige más que discursos y compromisos vacíos, se requiere vigilancia permanente, campañas de sensibilización y, sobre todo, recursos.

México logró erradicar este parásito hace décadas gracias a una campaña binacional con Estados Unidos, basada en el uso de machos estériles y una estricta supervisión de los casos. Hoy, ese esfuerzo corre el riesgo de venirse abajo si no se actúa con la misma seriedad y urgencia.

Además de los efectos económicos y productivos, no debemos subestimar la dimensión sanitaria. El gusano barrenador también puede afectar a los seres humanos, sobre todo en comunidades rurales con limitado acceso a servicios de salud. No es sólo un problema del campo, es una amenaza para la salud pública.

Es momento de que las autoridades y la sociedad civil actúen antes de que el daño sea irreversible. San Luis Potosí no puede permitirse una crisis ganadera más, ni tampoco puede ignorar las señales de alerta.

Cavilaciones:

Primera. La inesperada ausencia del líder de Morena en el Senado de la República, Adán Augusto López, desató una ola de rumores en las redes sociales, sobre todo porque, Hernán Bermúdez Requena, quien fuera su secretario de Seguridad cuando fue él gobernador de Tabasco, fue declarado formalmente prófugo de la justicia. Se cree que huyó a Panamá o a Cuba. Antes, los exfuncionarios federales acusados de corrupción se refugiaban en EUA o Canadá, pero con Donald Trump ni pensarlo.

Segunda: Un helicóptero nuevo, más de mil cámaras de video vigilancia, 25 patrullas y una reestructura en las líneas de mandos policiacos es la apuesta del gobernador Ricardo Gallardo para garantizar la paz y la seguridad en San Luis Potosí. 600 millones de pesos se destinarán a esta iniciativa que mucha falta hace para evitar que las cosas se salgan de control. Una cosa le agregaría este felino al programa oficial; rescatar de las garras de la delincuencia organizada a las policías municipales, pues casi todas están al servicio de estos grupos y no precisamente por elección ¡Miau!

Tercera: Anoche, circuló en chats de WhatsApp una encuesta de una presunta compañía denominada Gobernarte. Según eso, levantó un estudio con 500 personas que «dijeron ser de San Luis Potosí». La intención es posicionar a golpe de encuestas a la secretaria federal de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, como candidata fuerte de Morena a la gubernatura de San Luis Potosí en el 2027. Lo nuevo es que los hermanos David y Xavier Azuara aparecen como los mejor posicionados cuando se habla del PAN ¡Ups!

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