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Elucubraciones: Realidades panistas

Por El Gato Filósofo

Este jueves, el Partido Acción Nacional (PAN) celebrará la toma de protesta de su nuevo Comité Directivo Estatal, encabezado por Vero Rodríguez tras lograr arrebatar su reelección. La ceremonia, según han adelantado, estará encabezada por el dirigente nacional, Jorge Romero, y arropada por figuras como Ricardo Anaya, Karen Michel González y Santiago Taboada. Dicen que la intención es enviar un mensaje de fuerza y renovación, pero la realidad es otra; lejos de la unidad que se presume en el protocolo, el panismo potosino se encuentra hundido en una crisis profunda, con heridas abiertas, fracturas internas y una dirigencia cuestionada que no ha logrado o no ha querido limpiar la casa.

La llegada de esta nueva dirigencia no es resultado de un proceso limpio ni transparente. Todo lo contrario. Lo que hoy se intenta vender como relevo institucional ha estado manchado desde el principio por irregularidades, denuncias, sentencias incumplidas, compra de votos, actas falsas o duplicadas, intimidación a militantes y presión a comités municipales. La lista es larga.

En este contexto, la metáfora es inevitable. Basta entrar al edificio del Comité Directivo Estatal o ver su fachada para comprender en qué estado se encuentra el partido. Techos con goteras, paredes manchadas por la humedad, pisos desgastados y salones olvidados. La sede panista no sólo revela abandono material, refleja con crudeza el deterioro institucional del blanquiazul. Así como las paredes se agrietan y la pintura se desgasta, la estructura del partido también cruje bajo el peso de la simulación y el autoritarismo disfrazado de institucionalidad. La militancia lo sabe. Lo murmura en pasillos, lo denuncia en redes, lo grita en impugnaciones. Lo vive cada vez que ve cómo se premia la sumisión y se castiga la crítica.

Esta crisis, sin embargo, no es nueva. Es el resultado de una gestión marcada por decisiones tomadas desde las cúpulas, de acuerdos de élite que han ido marginando a las bases, de procesos internos secuestrados por un grupo que se reparten cargos como si fueran patrimonio personal. El PAN, que se jactaba de ser ejemplo de democracia interna, hoy se tropieza con sus propias trampas. Y lo más grave, lo hace en uno de los momentos más críticos para su futuro, porque, mientras sus dirigencias juegan a la simulación, afuera, la ciudadanía sigue esperando alternativas reales, liderazgos honestos y partidos con credibilidad.

Lo que suceda este jueves en las instalaciones del CDE no marcará el inicio de una nueva etapa como pretenden los discursos oficiales. Marcará, en todo caso, la continuidad de una simulación (muy parecida a las que hace la 4T que tanto critican). Si el PAN no es capaz de reconstruirse desde sus cimientos (y eso implica más que renovar caras, implica limpiar procesos, abrir el debate y asumir responsabilidades), difícilmente podrá ser opción real hacia el 2027. Y mucho menos, una alternativa digna para quienes aún creen en la política como medio para cambiar a la sociedad.

Cavilaciones:

Primera: La presa El Realito está muy cerca de llegar a su máxima capacidad. Las lluvias de las últimas semanas han llenado el vaso captador. Aviso para que Protección Civil y el Ayuntamiento tomen precauciones o lo que es lo mismo, que no los agarre la contingencia como al «tigre de Santa Julia». Por cierto, por más agua que tiene, sigue sin llegar a San Luis ¡Miau!

Segunda: El presidente municipal de Rioverde, Arnulfo Urbiola, lo volvió a hacer. Ahora se lió con las madres buscadoras de la organización Voz y Dignidad. Se quiso poner muy digno, el mondao, pero tuvo que salir por piernas del salón donde se realizó una reunión. Las madres no se arredran ni siquiera ante un dictadorcillo de pueblo. Lo pusieron en su lugar y se quedó con el coraje de no poder doblegarlas. Que se pongan listas, porque capaz de que les manda policías a detenerlas o internos de los anexos a golpearlas.

Tercera: El mundo católico celebra, hoy, a la Virgen del Carmen ¡Felicidades a todas las Carmelitas y a los Carmelos!

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