
El Congreso del Estado puso sobre la mesa un tema polémico: regular el uso de teléfonos celulares y dispositivos electrónicos en escuelas de nivel básico en San Luis Potosí. La propuesta no es inédita; en otros estados del país ya se ha optado por la prohibición total bajo el argumento de que los aparatos afectan la concentración y el aprendizaje de los estudiantes. Y, en parte, tienen razón.
Es innegable que los celulares pueden convertirse en un distractor constante; juegos, redes sociales, mensajes instantáneos. Además, se suman riesgos más serios como el ciberacoso, la exposición a contenidos inadecuados y hasta daños psicológicos por la dependencia a la tecnología. No faltan los estudios que relacionan el uso excesivo de pantallas con problemas de atención y ansiedad en menores.
La iniciativa, sin embargo, abre más preguntas que respuestas ¿Regular significa prohibir o simplemente ordenar? Porque una cosa es limitar los excesos y otra muy distinta dar un paso atrás en la formación digital que el propio sistema educativo dice impulsar.
El artículo 60 de la Ley de Educación de San Luis Potosí habla de aprovechar las tecnologías de la información para fortalecer los modelos de enseñanza, reducir la brecha digital y fomentar la innovación. Si las aulas se vuelven zonas libres de tecnología, ¿cómo se logrará esa meta?
El debate revela una contradicción de fondo, pues es claro que los celulares no son el problema en sí, sino el síntoma de un sistema que no sabe integrarlos de manera productiva. El verdadero reto no está en esconder los dispositivos en mochilas, sino en capacitar a los docentes para que sepan incorporarlos al aprendizaje, en diseñar contenidos atractivos y en generar entornos educativos donde los alumnos no busquen huir de la clase hacia la pantalla.
Mientras tanto, conviene no olvidar el contexto, cientos de escuelas potosinas carecen de servicios básicos, techos dignos o conectividad a internet. En esas condiciones, pensar que el celular es el gran enemigo de la educación resulta, cuando menos, una exageración conveniente.
Regular puede ser útil, pero sin visión integral se convierte en una medida que le permite a las autoridades salirse por la tangente con la que, encima, se colocan una venda sobre los ojos mientras las verdaderas heridas del sistema educativo siguen abiertas.
Cavilaciones:
Primera: El desfogue de la presa de Zimapán mantiene en alerta a las autoridades de Protección Civil porque el nivel de los ríos y arroyos aumentará considerablemente, sobre todo en el Río Moctezuma, lo que significa un peligro para las personas que viven en las zonas bajas de Tamazunchale, San Martín y San Vicente ¡Que Dios reparta suerte! ¡Miau!
Segunda: Ayer, anduvo por la Huasteca Potosina el diputado federal Ricardo Gallardo Juárez. El fundador del movimiento gallardista que, actualmente, gobierna el Estado de San Luis Potosí. Se paseó por Aquismón con el alcalde Temo Balderas que ha convertido ese municipio en un bastión verde. Ya se le ve futuro de diputado al popular Temo.
Tercera: La organización Los caballeros del Rosario, están convocando a rezar el Rosario en plazas públicas de todo el país este viernes 6 de septiembre. Aseguran, en su comunicado, que es momento de dar la gran batalla espiritual para defender la libertad, la fe, la vida y la familia ¡Ave María Purísima! ¡Grrrr!