SLP Titulares

Elucubraciones: La indigencia de ser bombero

Por El Gato Filósofo

Pareciera que la sociedad potosina y, sobre todo, las autoridades locales, tienen la idea de que los bomberos tienen la obligación de trabajar para la comunidad, una obligación que los exenta de prestaciones, reconocimiento y un poquito de dignidad. Reitero, pareciera que esa es la realidad, porque, aunque todos sabemos que su labor es más que indispensable, nadie hace nada por darles algo de certeza para que puedan seguir cumpliendo con su valiosa misión, ni siquiera para que tengan los medios más básicos para funcionar.

El incendio que se suscitó el pasado 18 de febrero en la tarimera ubicada en la esquina de Valentín Amador y la carretera a Matehuala reconfirmó por enésima ocasión lo necesarios que son los bomberos para San Luis Potosí y lo lentas, omisas y negligentes, que pueden ser las autoridades. El incendio que se suscitó ayer, jueves 6 de marzo, en el mismo lugar, reitera lo dicho; los bomberos son más que necesarios y las autoridades nomás no son capaces de dar una.

Hace ya muchos meses, años incluso, que los bomberos han pedido mejores condiciones laborales, respeto y dignidad. Han realizado paros a manera de protesta, pero nunca han dejado de atender a la ciudadanía, de salvar vidas. Son una corporación indispensable ante la emergencia y, justamente, son quienes evitan que un siniestro se convierta en tragedia.

Nadie, sin embargo, pareciera darle valor a lo que hacen. A pocos parece importarles. Los diputados locales han sido negligentes al negarse a legislar al respecto y sentar en la ley el financiamiento específico para que la corporación pueda trabajar sin problemas. El Ejecutivo jamás les dio respuesta a la petición para que se incorporaran como elementos de Protección Civil. Los Ayuntamientos nomás no entregan lo que les toca. Todo está mal.

Urge que se actúe con responsabilidad, que se debe de creer que los bomberos nos hacen un favor o que son ellos quienes nos deben. De seguir así, el escenario pinta complicado.

Cavilaciones:

Primera: El lunes, comienza la colecta anual de la Cruz Roja. El delegado, Jesús Ernesto de la Maza Jiménez, en su segundo periodo al frente de la institución, no ha hecho una buena labor, por el contrario, ha intentado desaparecer estaciones de servicio, atacó a voluntarios de Tamuín, Matehuala y rompió el vínculo que la Universidad de la benemérita institución con la UNAM. Por si eso fuera poco, no trae buena relación con las instituciones de gobierno. En aras de llegar a la generosidad de la gente, ojalá que los mandos centrales renueven al delegado en territorio del Potosí.

Segunda: En Morena, dicen, la rivalidad entre la dirigente, Rita Ozalia Rodríguez, y Mario Godoy cobra fuerza cada día. Se grillan, se arañan, se inventan chismes y cada uno presume a sus poderosas hermanas. Rita, a la secretaria de gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y Mario, a Ernestina Godoy, la consejera jurídica de la Presidencia de la República. Si no fuera por las hermanas y los días que cobran…

Tercera: El delegado del Bienestar, Guillermo Morales, y la diputada, Jesica Gabriela López, fueron vistos en el ultra fifí restaurante Mochomos. Diría mi abuelita, todo mundo se acostumbra a lo bueno y, comer con mantequita fifí, pues sí, es muy rico ¡Miau!

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