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Elucubraciones: El grito del campo potosino

Por El Gato Filósofo

Por más que, desde Palacio Nacional, se repita el cuento de la “autosuficiencia alimentaria” y del “rescate histórico del campo”, lo cierto es que el campo mexicano está cansado, desesperado, harto de promesas y lo hizo saber con bloqueos, tractores y pancartas. El paro nacional de agricultores de este 27 de octubre no fue un berrinche, fue un grito que venía fermentándose entre maizales secos y silos vacíos.

En San Luis Potosí, los productores tomaron la Carretera 57, a la altura del kilómetro 158, como parte de esta protesta nacional. No es casualidad que eligieran esa vía. La 57 es la arteria que mantiene vivo el flujo comercial entre el Bajío y el centro del país. Bloquearla es, en términos políticos, gritar justo en el oído del poder.

Los agricultores potosinos se sumaron a la demanda de un precio de garantía de 7 200 pesos por tonelada de maíz, apoyos más amplios y la exclusión de granos básicos de los acuerdos del T-MEC. No piden milagros, piden sobrevivir, porque mientras el gobierno presume programas sociales como quien reparte aspirinas, los costos de producción se disparan y el campo se vuelve una ruleta rusa económica.

A nivel nacional, la movilización refleja la frustración de un sector que se siente traicionado. Los recortes al presupuesto del campo, bajo el disfraz de reorientación del gasto, dejaron a los productores a la intemperie y, aunque la Secretaría de Agricultura hable de estrategias integrales, en los hechos, los campesinos siguen pagando caro el diésel, los fertilizantes y la indiferencia.

En tierras potosinas, el panorama no es distinto. El Altiplano sufre sequías cada vez más severas, la Huasteca batalla con el acaparamiento del agua y la Zona Media vive del ingenio y de las remesas. Los apoyos federales se anuncian con fanfarrias, pero llegan a cuentagotas o con un calendario que parece diseñado para generar el menor beneficio posible.

El bloqueo de la 57, con todo su caos y sus molestias, es la radiografía de un campo que ya no se conforma con promesas. Es el recordatorio de que las cosechas no se riegan con discursos, ni los tractores avanzan con mañaneras. Claro, el gobierno y Sheinbaum podrían minimizarlo, acusar mano negra o decir que fueron los conservadores quienes andaban detrás del maíz, pero fue claro que hay un hartazgo generalizado.

El Gobierno del Estado debe aprender de este hecho, porque ya no tarda en cambiarse el destinatario del mensaje y los reclamos no estarán bonitos.

Cavilaciones:

Primera: La Cámara de Diputados aprobó, ayer, la Ley contra la Extorsión. A partir de ahora, la persona que cometa un delito de esta naturaleza será denunciado y hallado culpable, será sancionado con 25 años de cárcel. Este felino tiene sus dudas sobre la efectividad de esta ley para disminuir este delito ¡Al tiempo!

Segunda: Con el inicio del mega puente con motivo de celebraciones por el Día de Muertos, a partir de hoy no hay clases en escuelas de nivel básico. En la UASLP también se van de puente (aunque no fue autorizado como tal), tras 10 días de marchas, pliegos petitorios y acuerdos y luego del terrible episodio que se vivió en la Facultad de Derecho, se espera que el 3 de noviembre regresen todos al cierre de semestre.

Tercera: Gabino Morales aparece como puntero en las encuestas para la Presidencia Municipal de la Capital por Morena. Las elecciones son en el 2027. En el arrancadero están Juan Carlos Valladares por el Partido Verde, Verónica Rodríguez y Estela Arriaga por el PAN, y Sara Rocha por el PRI ¡Ah! Y Rubén Guajardo, el casanova del momento ¡Miau!

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