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Elucubraciones: Un fraude llamado El Realito

Por El Gato Filósofo

En San Luis Potosí ya sabemos que el agua no siempre llega por la llave. Llega, si acaso, por pipas, con rezagos, con color dudoso o, en el mejor de los casos, por tandeo programado en un esfuerzo que encabeza el Interapas y que, en algunas ocasiones viene a complementar el Gobierno del Estado. El culpable principal tiene nombre propio: El Realito, un proyecto que prometía resolver el abasto de agua en la capital y hoy representa una de las frustraciones más persistentes de los últimos años, un fraude a todas luces que se esconde tras la marca de la empresa Aquos.

Desde su inauguración, este acueducto ha tenido más fallas que aciertos. Más de 150 rupturas en una década y, aunque suene increíble, las fugas ya no son noticia, se han vuelto rutina. La única constante es la afectación a miles de familias, sobre todo en las zonas del sur y oriente de la ciudad, que deben lidiar con semanas enteras sin servicio y una dependencia cada vez más cara e incierta del agua por pipas.

Esta semana, el alcalde Enrique Galindo fue claro; antes de pensar en nuevos proyectos hídricos, urge reparar el ducto de El Realito. Una declaración que suena lógica, pero que nadie se explica por qué las autoridades que tienen en sus manos el tema, el Estado y la Federación, no han actuado. Porque mientras se evalúan ideas como usar diversas presas para cubrir la vacante o traer agua desde Villa Hidalgo, tenemos una presa, El Realito, al 98 por ciento de su capacidad, sin embargo, no podemos aprovecharla porque el ducto, literalmente, no da el ancho.

Y no es sólo la cantidad de agua, sino su calidad. Miles de usuarios han confirmado que el líquido ha llegado turbio en los últimos seis meses, lo que rompe con lo estipulado en el contrato con la empresa Aquos.

Más allá de los discursos técnicos y las mesas de diálogo, lo que falta es una decisión firme del Gobierno Estatal y Federal; o se invierte de inmediato en una reparación profunda y estructural del ducto, o se rescinde el contrato a quien no ha cumplido con lo pactado. Lo que no se puede seguir haciendo es ignorar la gravedad del problema o distraer con nuevas propuestas que tardarán años en concretarse.

El derecho al agua no es negociable ni debe depender del clima político, los ciclos presupuestales o la paciencia ciudadana. Lo urgente está frente a todos; un ducto que necesita intervención inmediata.

Cavilaciones:

Primera: Circula, desde hace unos días, una encuesta de la casa De las Heras. El estudio proyecta que, para el 2027, si otra cosa no sucede, el Gallardismo ganará las elecciones con el cobijo del Partido Verde, casi dos a uno a Morena. Los números proyectados en el estudio dicen que el Verde ganaría los comicios de gobernador con 800 mil votos, mientras que el partido guinda obtendría 350 mil y el PRIAN (si es que van juntos) 250 mil.

Segunda: El que dejó a todos con la boca abierta fue el secretario de Educación, Juan Carlos Torres Cedillo. Resulta que se fue a Aquismón el fin de semana pasado. El hombre descendió a uno de los sótanos y luego participó en el Trail Mágico que se celebró en ese Pueblo Mágico. Apenas hace unos meses luchaba por su vida y, ahora, es un fuerte deportista. A ver si le echa las mismas ganas a la chamba ¡Miau!

Tercera: La directora del Instituto de Desarrollo Humano y Social de los Pueblos y Comunidades Indígenas, Bernarda Reyes, anda muy cambiada. Su estilo indígena le da un estatus especial, pero la abogada se ha esmerado en mejorar su imagen a grado tal que es de las pocas funcionarias del gobierno estatal que cuida su trabajo y su apariencia. Este felino le otorga una estrellita a esta abogada indígena.

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