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Elucubraciones: El crimen que despertó a la UASLP

Por El Gato Filósofo

La agresión sexual cometida presuntamente contra una estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) no sólo es un hecho atroz, sino un retrato descarnado de la vulnerabilidad que aún viven las mujeres, incluso dentro de los espacios que deberían garantizarles respeto, protección y desarrollo pleno. Lo ocurrido dentro del propio plantel universitario desnuda un sistema institucional que ha fallado en su deber más básico; salvaguardar la integridad de su comunidad.

De esa tragedia, sin embargo, emergió también una respuesta que dignifica; el movimiento estudiantil que, de manera espontánea, genuina y valiente, ha decidido no guardar silencio. Los jóvenes de la Facultad de Derecho, y de otras entidades universitarias que se han sumado, están demostrando que la exigencia de justicia no es un acto político ni mediático, sino una reacción natural frente a la impunidad y la indiferencia. Su protesta es legítima y necesaria porque, sin presión social, sin indignación activa, las instituciones suelen replegarse en el silencio o la burocracia.

La gravedad del caso aumenta al conocerse que uno de los presuntos agresores tendría vínculos con perfiles de la llamada Cuarta Transformación. Si esas conexiones políticas son reales, el riesgo de que se busque protección o de que se ejerza influencia para frenar la investigación es altísimo. San Luis Potosí no puede permitirse un nuevo capítulo de encubrimiento donde el poder político pese más que la dignidad humana. La justicia universitaria y la justicia penal deben prevalecer por encima de cualquier militancia o lealtad partidista.

Frente a la presión social, la respuesta institucional ha sido tardía, pero necesaria. La comunidad universitaria exigió resultados, y ante el clamor, comenzaron a moverse las estructuras. Se habló de la renuncia del director de la Facultad de Derecho, Germán Pedroza, y de la defensora de los Derechos Universitarios, Magdalena González. En el caso de Pedroza, su salida era inevitable. Su gestión fue omisa, negligente y, según distintas versiones, se habría opuesto a que se abrieran investigaciones internas mientras la indignación crecía. Su falta de liderazgo, su silencio y su aparente resistencia a asumir la magnitud del crimen lo convirtieron en símbolo del tipo de autoridad que la Universidad ya no puede tolerar.

El anuncio del paro de actividades convocado por la Federación Universitaria Potosina (FUP) para este martes 21 de octubre marca un punto de inflexión. Es la confirmación de que la comunidad estudiantil ha decidido tomar el control del discurso y de la acción, exigiendo a las autoridades no discursos de condolencia ni comunicados vacíos, sino justicia tangible y protección real. La FUP, históricamente alineada con la administración central, ahora actúa con autonomía y valentía, respaldando una causa que trasciende lo político; la defensa del derecho de las mujeres a estudiar sin miedo.

Hoy, la UASLP enfrenta una de las crisis más profundas de su historia reciente. No se trata sólo de sancionar a los agresores, sino de replantear la cultura institucional que permitió que la violencia ocurriera. Las universidades deben ser santuarios del pensamiento y la justicia, no cómplices del silencio y la impunidad. La dignidad de una estudiante violada no puede ser negociada ni postergada.

Cavilaciones:

Primera: Con eso de que el Partido Acción Nacional (PAN) no quiere alianzas para el 2027, algunos Galindistas se indignaron porque es, justamente, el priísta alcalde capitalino la única opción competitiva para las elecciones de gobernador. Algunos panistas saltaron de gusto porque creen que se les despeja el camino ¡Ternurines!

Segunda: El Parque Tangamanga I luce cada vez más descuidado, no se ven los jardineros por ningún lado y los baños lucen siempre sucios. El Jardín Japonés es lo único que se mantiene más o menos conservado. Fuera de eso, la yerba inunda todo: La Oreja, El Gran Tunal, El Lago Menor, la zona de las canchas. El tal Joaquín García no sirve ni para manejar unas tijeras de pasto. Ya que lo manden a su casa ¡Miau!

Tercera: Sin pena ni gloria comenzaron las comparecencias de funcionarios ante los diputados para hacer el análisis del Cuarto Informe del gallardato. Cuatro desfilaron ayer, pero se la llevaron tan tranquila que algunos de los asistentes pudieron echar un coyotito sin problemas ¡Miau!

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