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Elucubraciones: Crisis en el IMSS, del rumor a la realidad

Por El Gato Filósofo

En San Luis Potosí, la crisis del IMSS dejó de ser una advertencia técnica para convertirse en una realidad incómoda y visible; el cierre de guarderías. Y no hablamos de un trámite administrativo menor, sino de poner en la calle, sin previo aviso, a decenas de familias que dependen de estos espacios para poder trabajar, vivir y, en muchos casos, simplemente sobrevivir.

La suspensión repentina de la guardería U-1252, Maternal Potosina S.C., es ejemplo de ello. Las mamás y papás llegaron una mañana para encontrarse con una noticia hasta indiferente: se acabó el servicio, y arréglenselas como puedan. El IMSS, por supuesto, recurrió al libreto de siempre; aclaraciones tardías, explicaciones imprecisas y promesas que suenan más a excusa que a plan, pero lo cierto es que esto no es un hecho aislado. Es un síntoma claro de una enfermedad más profunda que se ha ido gestando en silencio.

Las guarderías del IMSS llevan años operando con recursos insuficientes. Antes, el pago por niño equivalía a 1.4 salarios mínimos. Hoy, apenas alcanza 0.65. ¿Qué guardería puede sobrevivir así? ¿Con qué se cubren nóminas, alimentos, servicios y personal capacitado? La respuesta es evidente; no se puede. El golpe no se queda en San Luis Potosí; familias en todo México enfrentan la misma incertidumbre, una que se agrava cuando ya hay anuncios formales sobre los recortes presupuestales que vendrán el próximo año en áreas fundamentales de salud.

Si hoy fueron las guarderías, mañana podrían ser otras estancias, los programas preventivos, las unidades de atención temprana o cualquier servicio que, para la burocracia, resulte ajustable.

Vale recordar que esta crisis no empezó ayer. Desde principios del año, el IMSS ya mostraba señales de colapso: falta de médicos, turnos reventados, escasez de insumos y medicamentos, cirugías postergadas. Así, mientras las instituciones se esforzaban en asegurar que todo estaba bajo control, los derechohabientes constataban una realidad muy diferente.

La verdad es que el IMSS está siendo asfixiado. Y cuando asfixias una institución que atiende millones de vidas, los primeros engranes en fallar son precisamente los más sensibles. Las guarderías no sólo cuidan niños; sostienen la vida laboral de miles de familias potosinas y mexicanas. Son, además, un derecho social indispensable, no un lujo prescindible.

Lo que ha ocurrido en San Luis Potosí debe encender todas las alarmas. Cuando un organismo público empieza a justificar cierres con argumentos administrativos o financieros, es cuestión de tiempo para que la lista se vuelva más larga. Si hoy no hay recursos para las guarderías, ¿qué impedirá que mañana falten para las unidades médicas de primer nivel? Si hoy se deja sin opciones de cuidado infantil a cientos de familias, ¿quién quedará desatendido mañana?

Lo mínimo que merece la ciudadanía es una verdad de frente. El IMSS, pilar del sistema de bienestar en México, está siendo debilitado por recortes que afectan vidas. Mientras no se reconozca la magnitud del problema, más familias potosinas seguirán despertando con la noticia de que, por decisión administrativa, un derecho básico puede desaparecer de un día para otro.

Cavilaciones:

Primera: El viernes por la tarde, una centena de profesores de la Facultad de Derecho mostraron músculo y refrendaron su compromiso con la institución, pero urgieron al Consejo Directivo Universitario para que cumpla con la elección de director. La terna que eligió el Consejo Técnico va de vuelta. La integran Javier Delgado Sam, Georgina González y Lucy Lastras. El balón está en la cancha del rector. El tiempo se agota. Esperemos que el Doctor Alejandro Zermeño se blinde de posibles dardos envenenados que pudieran lanzarle algunos dizque conocedores del derecho que forman parte de su círculo cercano.

Segunda: El precio del kilo de café subió de un tirón 80 pesos. Costaba, hasta hace unos días, 320, pero sin decir agua va, se está vendiendo en 400 pesos. Se trata del café huasteco que se comercializa en la zona. Está carito, pero es un elixir que lo vale ¡Miau!

Tercera: La carretera 57, tramo San Luis-Matehuala, está convertida en un verdadero peligro. Sobre todo, en la zona de Guadalcázar, entre las comunidades Las Negritas y Charco Cercado. No es casualidad que unidades pesadas se volteen en la zona o que tractocamiones se incendien. La versión no oficial dice que lugareños están bien organizados para provocar los accidentes, apoderarse de los productos que transportan en sus contenedores y, para no correr riesgos, le dan al personal de la Guardia Nacional su correspondiente apapacho ¡Tache para la GN!

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