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Elucubraciones: La creciente incertidumbre

Por El Gato Filósofo

La reciente decisión de General Motors (GM) de trasladar a Estados Unidos la producción de las SUV Equinox y Blazer, actualmente ensambladas en México, reaviva un debate que parecía superado: el regreso del proteccionismo industrial en el sector automotriz norteamericano y, aunque la mudanza está programada para consumarse hasta 2027, ya hay señales claras de que el proceso ha comenzado. No sólo lo indican los ajustes logísticos de la empresa, sino también la caída en las ventas de estos modelos en los últimos meses, lo que sugiere un rediseño estratégico más profundo y el inminente despido de sus trabajadores.

La explicación oficial se centra en la necesidad de evitar aranceles, particularmente en un contexto político y comercial cada vez más incierto ante las amenazas del presidente Donald Trump, sin embargo, puede que les salga más caro el caldo que las albóndigas, pues llevar la producción a Estados Unidos implica enfrentar costos laborales más altos, mayores exigencias regulatorias y la necesidad de reconstruir o adaptar cadenas de suministro que han funcionado con eficiencia en México durante décadas.

Desde el Gobierno Federal, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha intentado mandar un mensaje tranquilizador: no habrá despidos en las plantas de San Luis Potosí, Ramos Arizpe ni Toluca, pero los paros técnicos que se han registrado desde principios de año, aunque se les quiera restar importancia, son una señal de alerta para los trabajadores y para el ecosistema industrial que rodea a General Motors.

Este tipo de movimientos no es nuevo. En 2017, Ford canceló una inversión millonaria en San Luis Potosí, también por presiones de Trump. Aquel episodio dejó un sabor amargo en una región que había apostado por convertirse en un clúster automotriz de clase mundial. Hoy, la historia parece repetirse, con una narrativa diferente, pero con consecuencias similares; incertidumbre, freno a las inversiones y temor entre los empleados.

El efecto dominó no se detiene en las plantas ensambladoras. La posible reducción de operaciones de GM en México también pone en jaque a las decenas de empresas proveedoras que conforman el clúster automotriz en San Luis Potosí. Miles de empleos dependen no sólo de la planta principal, sino de una red de fábricas de autopartes, servicios logísticos y pequeñas industrias que giran en torno al gigante automotriz.

La pregunta que queda en el aire es si México cuenta con una estrategia de respuesta ante este tipo de decisiones empresariales que, aunque obedecen a lógicas globales, golpean directamente la economía local, porque, si bien, no se puede obligar a una empresa a quedarse, sí se puede generar un entorno más competitivo, estable y atractivo para mantenerlas.

General Motors puede estar buscando salvarse de los aranceles, pero, en el camino, podría estar perdiendo parte de la eficiencia que le ofrecía su red en México. Y México, si no actúa con visión de largo plazo, corre el riesgo de ver cómo se desmantela una de sus industrias más sólidas sin tener lista una alternativa.

¿Será este el principio de una nueva etapa de reindustrialización norteamericana a costa de su vecino del sur? El tiempo lo dirá, pero lo cierto es que la incertidumbre ya ha comenzado a cobrar factura.

Cavilaciones:

Primera: El aún priísta, Luis Gerardo Aldaco, es el agraciado encargado de la Dirección del Tecnológico Superior desde el pasado mes de marzo. Su perfil, siempre ligado a los conflictos estudiantiles en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), resulta sorprendente en el cargo. Aldaco fue despedido de la administración de Enrique Galindo, en la capital potosina, pero es de esos casos de exporros universitarios que siempre caen parados. A ver si en esta oportunidad sorprende a todos con su desempeño. aunque lo suyo, lo suyo, no es trabajar.

Segunda: Cuentan los que saben que el PRIMOR tomará forma en San Luis Potosí y que Morena podría ir en alianza con el PRI para las elecciones del 2027 con la hoy secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, como candidata a la gubernatura. Para que la cuña apriete, ha de ser del mismo palo ¡Miau!

Tercera: Y ya que andamos por los rumbos guindas, este felino se enteró de que hay un buen pleito entre los operadores políticos de Morena en territorio del Potosí, porque no saben cómo explicar a los mandos en México el fracaso en la pasada elección judicial. Resulta que se clavaron la lana que les mandaron para compensar con 500 pesotes a los que fueran a votar. Las mochilas con el efectivo se quedaron en el camino. Los nombres de los que andan bien pesudos se los dejo de tarea. Un mezcalito al que adivine.

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