La deuda que mantiene el Ejecutivo Estatal con la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), cercana a los 180 millones de pesos, y la forma en que la Secretaría de Finanzas ha decidido enfrentarla, son el tema que ha colocado a Ariana García Vidal en el ojo público. Luego de negarlo en varias ocasiones, la funcionaria reconoció el adeudo, pero en lugar de plantear un pago en efectivo, que es lo que la universidad requiere para cumplir con compromisos inmediatos como sueldos y prestaciones, propuso saldarlo en especie, es decir, a través de obras de infraestructura.
Este movimiento explica por qué hoy se le observa como una de las mujeres con más poder dentro del gabinete de Ricardo Gallardo. El manejo del dinero público le ha dado control no sólo sobre la operación financiera del estado, sino también sobre áreas estratégicas como la Secretaría de Educación (SEGE) y el Sistema Educativo Estatal Regular (SEER), donde ya había incursionado años atrás. No hay área administrativa o presupuestal en la que su influencia no se haga sentir.
Su estilo también es parte del contraste que alimenta su proyección. Hacia afuera se muestra amable, sonriente, incluso “mielosa” en el discurso mediático. Hacia dentro, quienes trabajan con ella, la describen como exigente, disciplinada y celosa del recurso. No suelta el dinero con facilidad y esa resistencia, que podría interpretarse como prudencia financiera, también se percibe como un ejercicio de poder; es ella quien define qué proyectos avanzan y cuáles se quedan en espera.
La propuesta de pagar a la UASLP con infraestructura puede ser defendida como una inversión de largo plazo, pero no resuelve lo inmediato. La universidad necesita liquidez, no edificios. Y ahí es donde la secretaria de Finanzas debe demostrar que su poder no se limita al control, sino que se traduce en soluciones responsables, transparentes y oportunas.
Al final, no se trata sólo de administrar la caja, sino de sostener el funcionamiento de las instituciones que dependen de ella. Si Ariana García Vidal quiere consolidarse como la mujer más poderosa del gallardato, tendrá que demostrar que su fuerza no está en retener los recursos, sino en hacerlos fluir cuando más se necesitan. Ese será el verdadero termómetro de su poder.
Cavilaciones:
Primera: Ayer, se hizo todo un escándalo en redes sociales por la publicación de fotografías de la hija del presidente municipal de Rioverde, Arnulfo Urbiola, portando un arma de fuego tipo escuadra. Conforme avanzó el día, surgieron versiones de todo tipo, incluida la que reporta que su futuro yerno cobra en la nómina municipal como director de Fomento Económico. Pobre Rioverde, tan lejos de Dios y tan cerca de este hombre convertido en la desgracia de ese bello municipio.
Segunda: Hay mucha emoción en el pueblo desde que se supo que Gael García, el destacado actor, vendrá a estos terruños como parte de la Carrera Panamericana. Ya me vi haciendo fila para pedir el autógrafo ¡Miau!
Tercera: Contrario a lo que muchos piensan, la obra que resulta ser la más importante para el gobernador, Ricardo Gallardo Cardona, es la Central de Mezclas ubicada en el Hospital Central. Ahí, nos platicó durante una entrevista para Código San Luis y nuestra alianza de medios. Dice que, gracias a la labor de esta noble institución, donde se han aplicado quimioterapias a más de 12 mil personas en los cuatro años de su administración, 85 por ciento de los pacientes están vivos. Esa es una obra que nadie ve, nadie nota, pero sí se siente. Esa obra vale más que la vía alterna y todas las carreteras. Este felino piensa que así mero es. Estrellita, pues, para el mandatario.