
Por más que se le dé vueltas, la avenida Himalaya es hoy una contradicción urbana: residencial de día, antro de noche. Durante años, esta zona ha sido el epicentro de quejas vecinales por ruido, inseguridad, autos mal estacionados y fiestas que terminan al alba… cuando terminan.
La reciente propuesta del alcalde Enrique Galindo para reubicar los centros nocturnos parece, en principio, un acto de sensatez ¿Por qué mantener antros en medio de zonas donde la gente paga por descanso y no por rave? No obstante, la solución no será tan sencilla como empacar luces de neón y mudar bocinas. A ratos, incluso parece que se trata del juego de la papa caliente, donde todos se pasan el problema. Quien se lo queda, pierde.
En este contexto, lo primero que salta es la falta de consenso. Hay vecinos de otras zonas, especialmente de avenidas como Carranza, que ya levantan la voz; no quieren heredar el insomnio de Himalaya. Mientras tanto, empresarios del giro nocturno también se dividen. Algunos ven con buenos ojos la reubicación siempre que haya certidumbre jurídica y tiempo suficiente para amortizar su inversión. Otros no quieren moverse ni con grúa, alegando que el gobierno municipal fue quien permitió y fomentó el crecimiento desordenado de esta zona.
A esto se suman propuestas sensatas, pero poco exploradas. Por un lado, hay quienes sugieren no crear una zona roja de fiesta, sino diversificar los centros nocturnos a lo largo de corredores comerciales ya existentes, como Morales, El Saucito o las inmediaciones de la FENAPO. Con una buena planeación, incluso el Centro Histórico podría revivir más allá del turismo cultural, con una vida nocturna organizada, segura y regulada, pero ¡Ojo! Reubicar no puede ser sinónimo de aislar. Una zona alejada y mal conectada, sin transporte público nocturno ni vigilancia, puede convertirse en un punto rojo de inseguridad.
La realidad es que San Luis Potosí está ante un problema mucho más complejo de lo que parece. Reubicar antros no es sólo mover el problema, es también una oportunidad para repensar el modelo de ciudad que se quiere. Porque, mientras no se planifique con visión, con responsabilidad compartida y con reglas claras, los antros seguirán teniendo pista, aunque no sepamos dónde bailar.
Cavilaciones:
Primera: Muy encomiable resulta el trabajo del DIF municipal de la capital potosina a cargo de Estela Arriaga. Anoche, realizaron un evento denominado Fashion Show 4ta edición. Cualquiera hubiese pensado que se trataba de un evento para promover a jóvenes artistas de la moda y el diseño, pero la intención es realmente profunda: Los recursos que se recaudaron van a la construcción de una casa de salud mental que atenderá, fundamentalmente, a jóvenes. Este felino le otorga una estrellita a los organizadores y a todo el equipo del DIF municipal.
Segunda: En penales, el equipo Reporteras FC derrotó a la escuadra del Congreso del Estado con todo y sus refuerzos, los diputados Carlos Arreola y Cuauhtli Badillo. Por cierto, también les prestaron jugadoras. Estuvo emocionante el juego, pero al final, se impusieron las periodistas con su DT, Rodrigo «Chicharito» Martínez. Bien por las colegas ¡Miau!
Tercera: Si no han visto la serie «Chespirito, Sin querer queriendo» y tienen ganas de llorar por lo que sea, aprovechen el fin de semana para verla. Lloran, porque lloran…