
La obra “El sueño (la cama)”, uno de los autorretratos más intensos de Frida Kahlo, rompió todos los récords este martes al venderse por US$55 millones en una subasta de Sotheby’s, convirtiéndose en la pintura más cara realizada por una mujer en la historia.
El lienzo, creado en la década de 1940 y considerado una pieza clave dentro de la producción de Kahlo por su profunda carga psicológica, superó el récord previo de US$44 millones alcanzado por una obra de Georgia O’Keeffe. También dejó atrás el precio más alto pagado por un retrato de la propia Kahlo, registrado en 2021 con US$34,9 millones.
La subasta estuvo marcada por una intensa disputa entre dos coleccionistas, que llevó a la obra a alcanzar un valor más de mil veces superior al que obtuvo cuando fue vendida por primera vez en 1980, también en Sotheby’s, por apenas US$51.000.
La pintura muestra a Kahlo durmiendo en una cama con dosel mientras un esqueleto cubierto con dinamita parece acecharla desde la parte superior. Según la casa de subastas, la pieza fue realizada en uno de los momentos más turbulentos de su vida, el mismo año en que fue asesinado un ex amante suyo y después de haberse divorciado, reconciliado y vuelto a casar con Diego Rivera.
Kahlo, quien murió en 1954, es reconocida como una de las figuras más influyentes del arte del siglo XX. Su obra, dominada por autorretratos, plasmó de manera constante el dolor físico y emocional que arrastró desde su infancia —tras padecer poliomielitis— y el grave accidente de autobús que marcó su vida adulta.
“Este resultado sin precedentes evidencia cuánto ha crecido el reconocimiento hacia el genio de Frida Kahlo y hacia las mujeres artistas en el mercado internacional”, destacó Anna Di Stasi, directora del departamento de arte latinoamericano de Sotheby’s.
“El sueño (la cama)” es además una de las pocas piezas de Kahlo disponibles en el mercado público, luego de que sus obras fueran declaradas monumentos artísticos en los años ochenta, condición que limita su exportación sin autorización oficial.
La trascendencia cultural de la pintora mexicana también se ha extendido al cine: su vida fue llevada a la pantalla grande en 2002, con una película protagonizada por Salma Hayek que retrata su compleja relación con Rivera y las adversidades físicas que marcaron su obra.
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