
Pocos animales despiertan tanta curiosidad como el ornitorrinco. Originario de Australia, este mamífero semiacuático desafía las clasificaciones biológicas tradicionales con su apariencia y comportamiento únicos. Tiene pico y patas de pato, cola de castor y pelaje denso e impermeable. Pero lo más sorprendente es que, a pesar de ser un mamífero, pone huevos.
El ornitorrinco es también uno de los pocos mamíferos venenosos: los machos poseen un espolón en las patas traseras que puede liberar una toxina capaz de causar un intenso dolor en los humanos. Su dieta se basa en insectos, crustáceos y pequeños invertebrados que encuentra en ríos y lagos.
Este enigmático animal es un símbolo de la biodiversidad australiana y un recordatorio de lo sorprendentes que pueden ser los caminos de la evolución.
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