El gobierno del presidente Donald Trump ampliará a más de 30 países su prohibición de viajes, confirmó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en respuesta al reciente ataque contra dos miembros de la Guardia Nacional presuntamente cometido por un inmigrante afgano.
La medida extenderá la restricción anunciada en junio, que ya vetaba el ingreso de ciudadanos de 12 países y limitaba el acceso de personas de otros siete. Tras el tiroteo, la administración también endureció controles para los 19 países incluidos inicialmente, entre ellos Afganistán, Irán, Somalia y Haití.
Noem explicó que aún se evalúan las nuevas incorporaciones, sin detallar cuáles serían. Argumentó que Estados Unidos no debería permitir el ingreso de ciudadanos cuyos gobiernos no puedan verificar su identidad ni cooperar en procesos de investigación.
La Casa Blanca no ha precisado cuándo entrarán en vigor los cambios. Desde el ataque del 26 de noviembre, el gobierno ha acelerado nuevas restricciones migratorias, incluyendo la suspensión de decisiones de asilo, el freno a trámites de beneficios migratorios para ciudadanos de países vetados y la pausa en visas para afganos que colaboraron con EE. UU.
El presunto agresor, Rahmanullah Lakanwal, refugiado afgano, fue acusado de asesinato en primer grado tras la muerte de la especialista Sarah Beckstrom. El sargento Andrew Wolfe permanece gravemente herido. Lakanwal se declaró inocente.
Organizaciones civiles acusan al gobierno de castigar colectivamente a personas que ya pasaron extensos procesos de verificación, mientras la administración sostiene que un mayor escrutinio es necesario para evitar amenazas a la seguridad nacional.
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