A principios de los años 2000, la televisión juvenil tuvo un fenómeno que se convirtió en referente de toda una generación: Drake y Josh, la comedia de Nickelodeon que narraba las aventuras de dos hermanastros con personalidades opuestas que debían aprender a convivir bajo el mismo techo.
La serie se estrenó en 2004 y rápidamente conquistó a la audiencia gracias a la química entre sus protagonistas, el carismático Drake Parker y el ingenioso Josh Nichols. Sus historias giraban en torno a situaciones cotidianas, exageradas con humor físico y diálogos ligeros, lo que la convirtió en un éxito entre adolescentes y familias.
El impacto fue tan grande que se mantuvo al aire durante cuatro temporadas y generó películas especiales para televisión, como Drake & Josh Go Hollywood y Merry Christmas, Drake & Josh. Estos proyectos consolidaron la popularidad de los actores y extendieron la vida de la franquicia más allá de la pantalla chica.
Con el paso de los años, la serie ha seguido vigente gracias a las retransmisiones y a la nostalgia que despierta en los espectadores que crecieron viéndola. En la actualidad, su legado se mantiene como parte de la cultura pop, colocándola entre las producciones más recordadas de Nickelodeon.
Aunque sus protagonistas han seguido caminos distintos en el ámbito artístico y personal, el recuerdo de Drake y Josh continúa vivo entre quienes consideran a la serie como un símbolo de humor y entretenimiento juvenil en los años 2000.
