
Ciudad del Vaticano.— Este domingo 7 de septiembre, la Plaza de San Pedro se llenó de emoción y esperanza durante la canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati, dos jóvenes italianos separados por un siglo, pero unidos ahora como ejemplo de santidad para el mundo entero. La ceremonia, presidida por el Papa León XIV, reunió a miles de peregrinos, especialmente jóvenes, en el marco del Jubileo de la Esperanza.
Desde horas antes, la plaza se encontraba abarrotada. Pancartas con los nombres de Acutis y Frassati y banderas de distintos países ondeaban por doquier, mientras llegaban familiares, delegaciones y autoridades, incluido el presidente de Italia, Sergio Mattarella. A quince minutos del inicio, el Papa sorprendió a los presentes con un saludo lleno de cercanía:
«Quería saludaros y deciros unas palabras a todos vosotros porque, si bien la celebración es muy solemne, también es un día de gran alegría. Y quería saludar, sobre todo, a tantos jóvenes que han venido para esta santa misa.»
Durante la ceremonia, el prefecto para las Causas de los Santos, acompañado de los postuladores, presentó la vida de ambos jóvenes. Pier Giorgio Frassati, nacido en Turín en 1901 y fallecido a los 24 años, destacó por su entrega a los pobres y su intensa vida de fe. Carlo Acutis, nacido en Londres en 1991 y fallecido en 2006, conocido como el primer santo millennial, creó un sitio web para documentar milagros eucarísticos y vivir su fe con pasión en el mundo digital.
El momento culminante llegó cuando el Papa León XIV pronunció la fórmula en latín que los declaró santos:
«Decretamos y declaramos Santos a los Beatos Pedro Jorge Frassati y Carlos Acutis, y los incluimos en el Catálogo de Santos, estableciendo que sean recordados con piadosa devoción entre los santos de la Iglesia universal.»
El Papa aprovechó la homilía para dirigirse especialmente a los jóvenes:
«Los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para todos nosotros, sobre todo para los jóvenes, a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra. Nos animan con sus palabras: ‘No yo, sino Dios’, decía Carlo. Y Pier Giorgio: ‘Si tienes a Dios como centro de todas tus acciones, entonces llegarás hasta el final’. Esta es la fórmula, sencilla pero segura, de su santidad.»
Entre los momentos más emotivos, la madre y los hermanos mellizos de Carlo Acutis participaron activamente en la misa, y la joven Valeria Vargas, cuyo milagro fue reconocido como el que abrió el camino a la canonización de Acutis, llevó una de las ofrendas.
Al concluir la celebración, más de 80.000 personas fueron testigos de cómo Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati se convirtieron oficialmente en santos, dejando un mensaje claro: la juventud puede ser luz en el mundo cuando se vive con fe, entrega y amor.
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