
El dolor en la zona lumbar es una de las molestias más frecuentes en la población adulta y puede afectar la calidad de vida de quienes lo padecen. Esta dolencia, que va desde una incomodidad leve hasta un dolor incapacitante, puede deberse a múltiples factores relacionados con el estilo de vida, la postura y ciertas condiciones médicas.
Entre las causas más comunes se encuentran las malas posturas al sentarse o caminar, el sedentarismo, el sobrepeso y el levantamiento incorrecto de objetos pesados. Estas situaciones generan tensión en los músculos y ligamentos de la zona baja de la espalda, provocando inflamación y rigidez.
Lesiones deportivas, caídas o movimientos bruscos también pueden desencadenar dolor lumbar, así como problemas en la columna vertebral como hernias de disco, desgaste de articulaciones o estrechamiento del canal espinal. En algunos casos, el dolor puede estar relacionado con enfermedades renales, infecciones o inflamaciones internas.
La prevención se basa en adoptar hábitos saludables como mantener una postura correcta, realizar ejercicio de manera regular —especialmente actividades que fortalezcan la zona abdominal y lumbar—, evitar cargar peso excesivo y cuidar el peso corporal. Asimismo, contar con un colchón y silla ergonómica ayuda a reducir la tensión en la espalda.
Ante dolor persistente o acompañado de síntomas como fiebre, pérdida de fuerza o alteraciones en la sensibilidad, es fundamental acudir al médico para un diagnóstico y tratamiento oportuno.