
El dolor de espalda se ha convertido en uno de los problemas de salud más comunes a nivel mundial, afectando la calidad de vida de millones de personas. Aunque suele relacionarse con la edad, especialistas señalan que cada vez más jóvenes lo padecen debido a estilos de vida poco saludables.
Entre las principales causas se encuentran las malas posturas, tanto al sentarse como al permanecer de pie durante largos periodos de tiempo. La falta de actividad física y el exceso de horas frente a pantallas provocan rigidez y debilidad muscular, lo que incrementa el riesgo de molestias.
El sobrepeso es otro factor determinante, ya que aumenta la carga sobre la columna y genera mayor desgaste. Asimismo, levantar objetos pesados sin la técnica adecuada puede derivar en lesiones que se manifiestan con dolor persistente.
A estas condiciones físicas se suman los factores emocionales. El estrés, la ansiedad y la tensión acumulada suelen reflejarse en la espalda, principalmente en la zona lumbar y cervical. Por ello, los especialistas recomiendan atender no solo los aspectos físicos, sino también los emocionales para prevenir y reducir el dolor.