Este 21 de junio se conmemora el Día Internacional del Yoga, una fecha establecida por la Organización de las Naciones Unidas desde 2014, con el objetivo de reconocer los múltiples beneficios que esta antigua disciplina aporta a la salud física, mental y espiritual de las personas.
Originario de la India, el yoga era practicado originalmente por hombres dedicados a la vida espiritual. Sin embargo, al llegar a Occidente, encontró una amplia acogida, especialmente entre mujeres, quienes vieron en esta práctica una herramienta poderosa para el bienestar integral. Su filosofía se basa en la unión del cuerpo, la mente y el espíritu a través de la respiración consciente y el movimiento.
Diversos estudios han demostrado que el yoga puede reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, así como mejorar el estado de ánimo y la calidad del sueño. En el plano físico, contribuye a mejorar la flexibilidad, el equilibrio, la fuerza muscular y puede ser de gran ayuda en el tratamiento de afecciones crónicas como enfermedades cardiovasculares, hipertensión y dolores persistentes.
Entre los estilos más conocidos de yoga se encuentran el Hatha, Vinyasa, Kundalini, Bikram, Ashtanga, yoga restaurativo, yoga para adultos mayores e incluso el Goat Yoga, que incorpora la interacción con cabras para aumentar el bienestar emocional.
En San Luis Potosí, la práctica del yoga ha ganado popularidad en los últimos años. La ciudad cuenta con una creciente oferta de estudios y centros especializados que imparten distintas variantes de esta disciplina, lo que permite que cada persona encuentre una práctica adecuada a sus necesidades y nivel de experiencia.
El Día Internacional del Yoga es una oportunidad para reconectar con el cuerpo y la respiración, pero también para reconocer cómo una práctica ancestral puede seguir transformando vidas en la actualidad.
