La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), en coordinación con las secretarías de Hacienda y de Seguridad y Protección Ciudadana, descubrió un esquema de lavado de dinero que operaba a través de casinos en distintas entidades del país, con movimientos irregulares de hasta 50 millones de pesos en efectivo y transferencias internacionales a empresas financieras tecnológicas en Europa.
De acuerdo con un informe presentado durante la conferencia presidencial, la investigación permitió identificar tres patrones principales: uso de grandes cantidades de efectivo, redes que movilizaban dinero del extranjero y operaciones digitales destinadas a ocultar el origen de los recursos.
Las autoridades señalaron que los fondos ilícitos ingresaban a los casinos mediante la compra masiva de fichas o el pago simulado de servicios, y posteriormente se transferían entre empresas fachada y cuentas bancarias para dificultar su rastreo.
El esquema también empleaba intermediarios como estudiantes o personas sin actividad económica aparente para realizar movimientos que aparentaran ser legítimos. Finalmente, los recursos regresaban a los beneficiarios originales mediante cheques o pagos falsos.
La UIF informó que fueron detectadas 13 empresas vinculadas con redes del crimen organizado, responsables de los movimientos financieros irregulares.



