
Dulce, dorada y milenaria, la miel no solo es un alimento natural, sino un auténtico remedio tradicional con valiosas propiedades medicinales. Utilizada desde la antigüedad por culturas como la egipcia, la griega y la maya, este producto elaborado por las abejas continúa siendo un aliado natural para el bienestar humano.
De acuerdo con expertos en nutrición, la miel contiene antioxidantes, enzimas, aminoácidos, vitaminas del complejo B y minerales como hierro, calcio, magnesio y zinc. “Es un alimento energético y antibacteriano, ideal para fortalecer el sistema inmunológico”, explicó la nutrióloga Isabel Castañeda, del Instituto de Salud Pública del Estado.
Una de las propiedades más destacadas es su capacidad antimicrobiana. Estudios han demostrado que la miel inhibe el crecimiento de bacterias y hongos, lo que la hace útil para tratar heridas superficiales, infecciones leves o irritaciones en la garganta. También es un suavizante natural para la tos y un excelente complemento para aliviar resfriados.
Otros beneficios de la miel incluyen:
- Mejora la digestión, gracias a sus enzimas naturales que estimulan el metabolismo.
- Regula el tránsito intestinal, especialmente si se consume con agua tibia en ayunas.
- Aporta energía inmediata, ideal para deportistas o personas con fatiga.
- Hidrata la piel y el cabello, por lo que se utiliza también en tratamientos cosméticos caseros.
Sin embargo, los especialistas advierten que, aunque natural, la miel debe consumirse con moderación, especialmente en personas con diabetes o en dietas para control de peso. Además, no debe administrarse a menores de un año debido al riesgo de botulismo infantil.
En San Luis Potosí, productores locales de municipios como Ciudad del Maíz, Rioverde o Aquismón continúan elaborando miel orgánica de alta calidad, fomentando el consumo local y la protección del ecosistema.
“La miel no es solo un alimento, es cultura, salud y biodiversidad”, concluyó Castañeda.